El Gobierno descartó una devaluación como requisito para otro préstamo del Fondo Monetario InternacionalPor Mariano Boettner
El Gobierno salió a descartar que una devaluación y una salida rápida del cepo cambiario sean precondiciones para un acuerdo con el FMI, una especulación que sobrevolaba el mercado en los últimos días, y las negociaciones que continuaron tras el fin de la misión técnica buscan llegar a un acuerdo sobre qué secuencia tendrán los desembolsos adicionales que espera para reforzar las reservas del Banco Central.
El contacto entre los funcionarios del equipo económico y el staff técnico del FMI no concluyó con el cierre de la misión, la semana pasada, sino que fue sostenido de manera virtual. Por el momento, no está prevista una visita del Ministerio de Economía a Washington. Este jueves por la mañana tendrá lugar la postergada conferencia de prensa de la portavoz del Fondo Monetario, Julie Kozack, que podría dar detalles adicionales a la hoja de ruta por venir en la relación con la Argentina.
Luis Caputo evitó dar detalles sobre la negociación pero salió al cruce de versiones y especulaciones en el mercado que aseguraban que las conversaciones con el organismo internacional incluyen condicionalidades tales como un salto devaluatorio o el fin de las restricciones cambiarias de manera rápida como requisito para contar con desembolsos.
“El acuerdo con el Fondo no implica ninguna devaluación, eso no es un tema. La otra es que tampoco implica que una vez hecho el acuerdo se sale de las restricciones al día siguiente”, dijo en diálogo con LN+. El ministro de Economía no detalló el contenido de las conversaciones actuales, aunque en el horizonte aparecen como temas centrales cómo quedaría diseñado un esquema de desembolsos netos adicionales. La secuencia de envíos es una de las claves para el refuerzo de las arcas del BCRA.
Por primera vez desde febrero del año pasado, un grupo de técnicos del organismo pasó casi una semana en Buenos Aires para mantener una agenda intensa de reuniones con el Ministerio de Economía y el Banco Central. Fue así el primer paso formal para la discusión de un acuerdo nuevo. A fines del año pasado, tras varios meses de sopesar la posibilidad y sus pro y contras, el Poder Ejecutivo se decidió finalmente explorar la chance de un programa nuevo con financiamiento adicional. El presidente Javier Milei llegó a hablar de la necesidad de unos USD 11.000 millones para reforzar las reservas del Banco Central.
Tras la misión, el organismo emitió un comunicado para informar el cierre de la visita: “Una misión del FMI visitó Buenos Aires la semana pasada para avanzar en las conversaciones sobre un nuevo programa. El diálogo fue altamente constructivo y positivo. Los equipos técnicos continuarán conversando en las próximas semanas”, indicaron fuentes del FMI.
El Fondo no detalló quiénes integraron la misión en Argentina, pero el jefe de la misión argentina es Luis Cubeddu, economista venezolano y subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental, liderado por el chileno Rodrigo Valdés, cuya designación como interlocutor fue objetada por el Gobierno.
En el Gobierno sostienen que esta instancia técnica no estaba destinada a arrojar conclusiones sobre la negociación, sino que el proceso será más extenso e incluye nuevas reuniones virtuales. En el mercado se considera que el esquema de metas no es el punto más conflictivo de la discusión, a diferencia del esquema cambiario.
El crawling peg, que redujo su ritmo desde esta semana, el dólar blend exportador que destina 20% de las liquidaciones al tipo de cambio contado con liquidación, y las restricciones cambiarias vigentes -como el límite entre operaciones en el mercado oficial y los paralelos o la remisión de utilidades a casas matrices- aparecen como los principales ejes de negociación con los técnicos del FMI.
Hay, en el ida y vuelta, pagos en el horizonte. Esta semana el Gobierno abonó unos 635 millones de dólares en el primero de una serie de pagos de intereses que tendrán lugar a lo largo de 2025. A diferencia de los pagos de capital que se realizaron en 2024 -y que volverán al calendario de repago en septiembre de 2026-, los intereses no son cubiertos por desembolsos previos del FMI, por lo que deben ser pagados con reservas acumuladas por el Banco Central. En mayo habrá otros vencimientos por casi USD 630 millones, USD 500 millones más en agosto y otros USD 650 millones.
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