El Banco Central (BCRA) autorizó a los bancos con actuación en el país a distribuir parcialmente dividendos entre sus accionistas por las utilidades que hayan obtenido en sus últimos balances.
Lo resolvió hoy el directorio de la entidad monetaria tras valorar el desempeño que las entidades tuvieron para favorecer el crecimiento del crédito al sector privado durante 2024, y repitiendo el criterio establecido el año pasado.
Esto significa que les deja desembolsar con estos fines hasta el 60% de las utilidades que tengan acumuladas, un porcentaje que quedó por debajo de las expectativas que tenían en muchos bancos, en especial porque sólo podrán hacerlo repartido en 10 cuotas iguales, mensuales y consecutivas” (algo que el año pasado se les había habilitado en seis) y sólo a partir del 30 de junio.
La disposición la adoptó mediante la Comunicación “A” 8214 el jueves por la tarde la entidad a cargo de Santiago Bausili, norma que señala que la distribución de resultados, que tiene que ser aprobada previamente, “deberá ser consistente con los objetivos de estabilidad monetaria y con lo que se informe en el Régimen Informativo Plan de Negocios y Proyecciones e Informe de Autoevaluación del Capital”.
“Siendo que la gran mayoría de los bancos cumplen de sobra con todas las exigencias normativas de capital, solvencia y liquidez, creímos que este año la distribución podría haber sido mayor a la autorizada el año pasado”, explicaron al respecto desde una entidad.
La medida confirma en los hechos que, mientras se mantenga el cepo cambiario, los bancos de capital extranjero tendrán que adoptar “vías indirectas” si lo que quisieran es hacer llegar parte de esas utilidades a sus accionistas controlantes. Ya el año pasado varios de ellos usaron esos pesos para comprar activos financieros con los que poder remitir parte de ese dinero al exterior en divisas del país. Otros, optaron por capitalizar buena parte de sus ganancias, a la espera de que esas restricciones se levanten en los próximos años.
El sistema bancario argentino obtuvo durante el año pasado una rentabilidad que resultó entre 22,8% y 41% menor a la registrada en 2023, año en el que habían obtenido un resultado extraordinario gracias al impacto que la elevada inflación y la fuerte devaluación dispuesta el 13 de diciembre de ese año tuvo sobre su cartera de inversiones, mayoritariamente compuestas por los títulos públicos emitidos por la administración Fernández con capital indexado por ambos o cualquiera de esas variables o los costosos pasivos remunerados del Banco Central (BCRA).
“El conjunto de entidades financieras acumuló resultados totales integrales en moneda homogénea equivalentes a 4,1% del activo (ROA) y 15,8% del patrimonio neto (ROE), valores inferiores a los 5,3% y 26,9%, respectivamente de 2023″, explicitó oportunamente el Informe de Bancos que elabora el BCRA diciembre.
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