Este lunes, una nutrida columna de docentes se movilizó en una jornada de paro y protestas, exigiendo una nueva paritaria salarial. La concentración tuvo lugar en la Casa de Sarmiento, donde los dirigentes gremiales y sus afiliados formaron una caravana que se extendió por varias cuadras hasta llegar al Centro Cívico. Allí realizaron un abrazo simbólico en señal de unidad y luego se trasladaron a la Obra Social Provincia, donde entregaron un petitorio.
Karina Navarro, secretaria general de la Unión de Docentes Argentinos (UDA), expresó su descontento: “Hoy nos encontramos aquí para decir basta. Basta a las medidas de fuerza, basta a salarios de pobreza y basta a usar a nuestros hijos en las escuelas”, en referencia a la falta de respuestas del Gobierno provincial. Navarro cuestionó la decisión de iniciar las clases sin un acuerdo salarial que contemple las necesidades de los docentes, afirmando que “los salarios también afectan a nuestros jubilados” y demandando mejoras en las condiciones de las escuelas y la obra social.
La movilización, que según la dirigente alcanzó una alta adhesión, también incluyó acciones en diversos departamentos de la provincia, donde los docentes se agruparon en plazas locales. “Es importante que estemos aquí para que el Gobierno escuche la realidad del bolsillo de los docentes. La educación sanjuanina en todos sus niveles dice basta”, añadió Navarro.
Por su parte, Patricia Quiroga, secretaria general de la Unión Docentes Agremiados Provinciales, destacó la falta de comunicación con el Gobierno: “No nos han llamado. Recién en abril se reunirán para una nueva paritaria, y por eso hay un gran enojo en la docencia”. Quiroga subrayó que, ante la situación actual, el paro se mantendrá hasta que se reanuden las negociaciones. “Un docente que recién se inicia debería ganar 544 mil pesos. El aumento que se otorgará ahora es de solo 12 mil pesos, lo que no alcanza para cubrir nuestras necesidades”, enfatizó.
Los docentes reclaman un aumento del 25% que no fue otorgado el año pasado, en un contexto de inflación creciente que ha deteriorado su poder adquisitivo. “Nuestro salario está diez puntos atrás de la inflación. Es un reclamo que trasciende todos los niveles y modalidades de la educación”, concluyó Quiroga.
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