Daniel Bertoni, un campeón del mundo sin filtro: “Mis amigos me dicen que yo sería ideal para el Manchester City de Guardiola”
“Hay que tratar de ser buena persona y agradecido, como me enseñaron mis padres, José y Elisa. Yo todos los días, cuando me levanto a la mañana, pongo una mano sobre la Biblia y le agradezco a Dios estar vivo; por eso disfruto cada una de las horas. Qué más le puedo pedir a la vida”, repite como si fuese una lección aprendida desde el fondo de los tiempos Ricardo Daniel Bertoni, ese enorme delantero que es leyenda en Argentina por distintas razones, la más potente la de ser campeón del mundo en 1978 habiendo marcado uno de los goles del 3-1 ante Holanda en el Monumental.
“La gente me recuerda en la calle. Me sorprende que chicos de 20 años me saluden o me pidan una foto. Tal vez es porque cada tanto aparezco en notas”, razona Bertoni (69) mientras camina los pasillos de la redacción de Clarín y recibe abrazos, saludos y palabras de afecto.
Contará Bertoni, a lo largo de los 70 minutos de charla, que nunca pensó seriamente en ser futbolista profesional: lo suyo era jugar por diversión. “Aprendí del fútbol y de la vida jugando en el potrero.
-¿Por qué arrancaste tu carrera en Quilmes?
-¿Llegaste a Independiente porque eras hincha?
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