Cuatro variables clave para las finanzas en 2025OPINIONPor Agustín Savo

El próximo año se presenta desafiante para las finanzas personales y el mercado de capitales en Argentina, afrontando un escenario económico complejo y un contexto político relevante debido a las elecciones legislativas.

A continuación, un breve resumen con cuatro variables fundamentales que influirán en la economía y las decisiones financieras del inversor.

Si bien esto continúa afectando el poder adquisitivo, para 2025 los analistas prevén una reducción significativa, con un rango estimado entre 35% y 45% anual. Esta desaceleración dependerá en gran medida de políticas fiscales y monetarias consistentes. En definitiva, aunque la inflación ralentice, seguir monitoreándola será clave para ajustar presupuestos e inversiones.

De mantenerse esta tendencia, es probable que la tasa continúe disminuyendo. Esto impacta positivamente en el costo del crédito para consumo e inversión, aunque también implica menores rendimientos para instrumentos de ahorro tradicionales, como los Fondos Comunes de Inversión money market y Letras del Tesoro.

En términos concretos, en diciembre de 2023, el crédito al sector privado representaba 5,2% del PBI, mientras que a diciembre de 2024 alcanza el 6% del producto. Durante noviembre, registró un aumento del 216,6% interanual, equivalente a una suba de 18% en términos reales.

En este sentido, el margen sigue siendo amplio, y las condiciones actuales permitirían que el stock de préstamos continúe creciendo tanto en pesos como en dólares.

A la fecha, el FMI confirmó que las conversaciones para un nuevo acuerdo y el desembolso de fondos para la Argentina ya están en marcha. Aunque se desconoce una fecha exacta, el propio ministro de Economía declaró que el acuerdo podría darse en el primer cuatrimestre de 2025. Esto podría reforzar las reservas del Banco Central y generar las condiciones para liberar el mercado cambiario. Si bien esto abriría nuevas oportunidades de inversión, también requerirá atención a la volatilidad cambiaria.

El contexto político no puede ignorarse: 2025 es un año electoral, y los gobiernos suelen implementar políticas destinadas a sostener el crecimiento económico y mejorar la percepción pública.

Aunque el propio Presidente asegura que no tomará medidas “populistas” y seguirá manteniendo el superávit fiscal y la austeridad en las cuentas públicas, es probable que la economía y las finanzas se vean afectadas por el año político. Como dato, las elecciones, en las que se renovarán 127 de las 257 bancas de Diputados y 24 de las 72 bancas de senadores, se llevarán a cabo el domingo 26 de octubre.

Las elecciones, combinadas con las políticas económicas, configurarán un entorno desafiante, pero también con oportunidades para aprovechar.

El autor es Analista de Educación Financiera de PPI (Portfolio Personal Inversiones)

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