Cuatro chilenos acusados de robarle a una súper estrella de la NFL: el video de su fortuita detención en una autopista de Estados Unidos

El pasado 9 de diciembre, Joe Burrow sufrió un robo en su propiedad en la ciudad de Ohio. El jugador profesional de fútbol americano de los Cincinnati Bengals se encontraba en otro estado del país para enfrentar a los Dallas Cowboys. Unas horas después del hecho, la oficina del Sheriff del Condado de Hamilton que está a cargo de la seguridad del sitio, informó lo sucedido.

En cuanto a lo ocurrido en la casa de una de las principales estrellas que tiene la NFL, desde el cuerpo policial emitieron un comunicado para informar el caso. «La habitación del domicilio fue saqueada. El Sr. J. Burrow estaba fuera de la propiedad y no pudo proporcionar detalles sobre qué objetos se llevaron de la casa», detallaron en el escrito presentado.

Este acontecimiento no es un suceso aislado o poco común en el último tiempo. Es que cada vez se da más seguido que las figuras de los deportes más convocantes del mundo sufran situaciones similares. Los episodios más conocidos, o al menos los que llegaron a hacerse públicos, fueron a Travis Kelce y Patrick Mahomes, bicampeones de la NFL con los Chiefs de Kansas City, al igual que a Luka Doncic, de Dallas Mavericks y otras figuras de la NBA como Jaylen Brown, de Boston, Bobby Portis de Milwaukee, Mike Conley Jr en Minnesota y Ty Jerome en Los Ángeles.

Lo curioso de este incidente es que los sospechosos de ser los delincuentes no solo no son estadounidenses, sino que serían oriundos de Chile. Nacidos casi en el otro extremo del continente americano, los eventuales asaltantes lograron escapar con éxito de la propiedad de Burrow. Sin embargo, algunas horas después del hecho fueron detenidos.

Al día siguiente, el 10 de enero, la Patrulla de Carreteras del Estado de Ohio informó el arresto de cuatro personas de nacionalidad chilena, pero por otro motivo totalmente ajeno al robo. Es que por un cambio de carril imprudente, los agentes policiales decidieron orillar al vehículo para realizar un control más exhaustivo. Desde allí, la situación se volvió cada vez más complicada para los trasandinos.