El 18 de diciembre marca la fecha límite para el pago del aguinaldo para todos los trabajadores registrados. Este ingreso adicional, conocido como Salario Anual Complementario (SAC), representa para muchos una oportunidad clave para saldar deudas, cubrir los gastos de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, o incluso destinarlo a inversiones con una perspectiva a mediano y largo plazo. Quienes optan por esta última opción, tienen una duda: ¿conviene invertir en pesos o en dólares con la mirada puesta en 2025?
Cómo le fue a las inversiones en 2024
En una breve recapitulación, se observa que 2024 fue un año destacado para las inversiones en pesos, con buenos rendimientos ajustados, al dólar CCL, que -en algunos casos- superaron el 140%. Eso pasó con un instrumento impensado y el más conservador: el plazo fijo. Los activos ajustados por CER y el S&P Merval registraron retornos superiores al 110%. En el caso de los primeros, el desempeño estuvo impulsado por el fuerte impacto de la devaluación durante el primer semestre del año. Por su parte, el índice bursátil reflejó el optimismo del mercado, respaldado por la percepción de que los precios de las compañías estaban subvaluados, lo que canalizó la confianza de los inversores hacia estas empresas.
Entre las novedades, las Letras de Capitalización (Lecap), un instrumento de corto plazo, se convirtieron en la estrella del año por ofrecer mejores retornos que un «money market» y ganaron popularidad. En contraste, los activos ajustados por el tipo de cambio tuvieron un desempeño discreto, con subas marginales: el MEP apenas aumentó un 2%, y el CCL, un 1,6%.
Los analistas coinciden en que, aunque el primer trimestre -tras la devaluación- mostró una fuerte pérdida en términos reales, la curva de rendimientos se recuperó progresivamente. Hubo un pequeño retroceso durante mayo y junio, pero el segundo semestre consolidó ganancias positivas.
Tres factores clave alimentaron el optimismo en los mercados este año: el fortalecimiento de las reservas del Banco Central (BCRA), el ordenamiento fiscal y el entorno político. En este último punto, Javier Milei logró reacomodarse políticamente y, a pesar de las medidas de ajuste, mantuvo un apoyo significativo de la sociedad, que validó su enfoque económico.
Inversiones: ¿qué se espera para 2025?
En el mercado, el mensaje es claro: no se esperan ganancias similares a las de 2024. Mientras que 2024 fue un año excepcional para las inversiones, 2025 estará marcado por una moderación, ya que el desafío principal dejará de ser la estabilización y pasará a enfocarse en el crecimiento.
En este contexto, algunos sectores muestran mejores dinámicas de expansión, pero también enfrentan un reto más exigente: volverse más competitivos, aumentar la producción y redefinir cómo medir la rentabilidad en un entorno con menor inflación y un tipo de cambio más estable. Además, la eliminación del cepo cambiario -que se espera post elecciones legislativas- agrega una variable adicional que las empresas deberán considerar al planificar sus estrategias. En ese contexto, vuelve la pregunta: ¿para los analistas conviene invertir en pesos o en dólares?
«El ‘trade’ en pesos luce bien, pero tiene mayor riesgo. Y, más allá del ‘view’ que se pueda tener con el CCL, la pregunta es si se quiere agregar ese nivel de riesgo a la cartera. En los últimos meses, con las Lecap en dólares, el inversor ganó. Si uno estaba parado en las largas, obtuvo un 40% de retorno en dólares. Pero, en el mismo plazo, los bonos en moneda estadounidense ofrecieron un rendimiento muy similar. Entonces, cuando se mide en dólares, uno se da cuenta de que en el fondo tiene una inversión con el mismo potencial, o similar, pero con menos riesgo», comenzó Javier Casabal, Sr. Fixed Income Strategist de Adcap Grupo Financiero.
«La discusión es si conviene invertir en pesos o en dólares en un escenario positivo. Y la respuesta es: en el contexto en el que todo sale bien, los ‘trades’ en pesos van a andar muy bien. Pero, en uno en el que las cosas tienen sobresaltos, el que está parado en pesos lo va a sentir por la volatilidad. Por eso, para el panorama optimista, prefiero ubicarme en acciones», planteó. En este marco, para perfiles conservadores, incluye en su cartera un porcentaje para dólar MEP, el Bopreal Serie 3 y el bono T2X5. En tanto, para los moderados, la obligación negociable de YPF (YMCXO).
Por otra parte, para Sergio Cohen analista de Cohen Aliados Financieros, la gestión de activos debería enfocarse en las necesidades y urgencias de los inversores. «Para el que aún le sobra capital y lo pueda invertir, no es un mal contexto para dolarizar algo de los pesos que sobran, comprar instrumentos en dólares, como bonos corporativos, o incluso deuda soberana, sería una buena alternativa un poco más conservadora. De cara al primer semestre de 2025, puede ser un gran mes para los activos de riesgo, para el peso, si sigue la dinámica fiscal previsible. Después puede ser un gran año para las acciones, en una economía que debería crecer y con una inflación a la baja», afirmó.
Por otro lado, agregó que -con la salida del cepo- se puede motorizar las inversiones en sectores productivos, como minería, petróleo y gas y bancos, que tendrán una cartera de créditos más importante. Sin embargo, aclaró que, a mitad del año que viene, vamos a estar «bailando» al ritmo de las elecciones de medio término, lo cual considera un factor a tener en cuenta.
Por último, el equipo de Research de Grupo Sbs difundió una cartera para perfiles conservadores, moderados y arriesgados. Para los primeros, incorpora dólar MEP, fondos comunes de inversión (FCI), un cedear, como VISTA Energy, Ternium y dos obligaciones negociables de Telecom y Aluar (TLCOD y LMS770). En cuanto al MEP, aclaran que «el nivel de cotización real de los dólares paralelos se haya en mínimos de mayo de 2017 y perfiles muy conservadores pueden optar por dolarizar sus pesos a un tipo de cambio bajo con relación a los últimos años». Para estos perfiles, la cartera en dólar MEP representa un 45%.
En tanto, para perfiles moderados, vuelve a incluir un porcentaje en MEP (20%), Fondos de Lecaps y renta fija, Pampa Energía, Transportadora Gas del Sur y Cedears como J.P. Morgan, que se podrá favorecer por la flexibilización que se espera que haga Donald Trump para el sector financiero. Por último, para inversores arriesgados, sugiere otra energética, como YPF, Cedears de ETF (como EWZ) y Cedears, como Amazon.
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