Con los Juegos Olímpicos 2028 en la mira, Donald Trump firmó una orden para prohibir a mujeres transgénero competir en deportes femeninos
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles una orden ejecutiva para prohibir que mujeres transgénero compitan en deportes femeninos, con la intención de que la medida sea efectiva ya en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 2028.
«Defenderemos con orgullo la tradición de las atletas y no permitiremos que los hombres las golpeen, las lesionen y hagan trampas contra nuestras mujeres y nuestras niñas», remarcó el mandatario.
«En unos momentos, firmaré una histórica orden ejecutiva para prohibir que los hombres compitan en deportes femeninos. Ya era hora», dijo Trump durante el acto de firma.
Y agregó: «A partir de ahora, el deporte femenino será solo para mujeres. Defenderemos con orgullo la tradición de las atletas y no permitiremos que los hombres las golpeen, las lesionen y hagan trampas contra nuestras mujeres y nuestras niñas. A partir de ahora, el deporte femenino será solo para mujeres».
La norma ordena al Departamento de Justicia que prohíba a las niñas y mujeres trans participar en deportes escolares femeninos bajo la interpretación de Trump del Título IX, una ley contra la discriminación sexual en la educación.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump emitió una normativa bajo el Título IX que restringía la definición de acoso sexual y limitaba las investigaciones en universidades a los casos denunciados ante ciertos funcionarios.
El Gobierno de Joe Biden (2021-2025) revocó esa normativa de Trump para proteger a las víctimas de abusos sexuales en campus universitarios y estableció protecciones para los derechos de los estudiantes LGBTQ+.
Esa política, sin embargo, no abordó explícitamente la participación de atletas transgénero. Aun así, más de media docena de estados gobernados por republicanos llevaron la norma a los tribunales, generando una polémica que Trump supo capitalizar en su campaña electoral.
El mensaje de Trump al COI
Durante su campaña, Trump prometió «mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos» y, en la recta final de las elecciones, se transmitió sin parar un anuncio televisivo contra su rival, la demócrata Kamala Harris, en el que afirmaba que esta apoyaba el uso de fondos públicos para financiar cirugías de reasignación de género en prisiones.
El magnate anunció que Estados Unidos denegará los visados a mujeres transgénero deportistas, lo que podría afectar a la participación de algunos equipos. En ese sentido, reclamó al Comité Olímpico Internacional (COI) que termine con la «locura transgénero».
Además, remarcó que el secretario de Estado, Marco Rubio, será el encargado de llevar el mensaje al COI sobre que «Estados Unidos rechaza categóricamente la locura transgénero», según enfatizó Trump. «Queremos que ellos cambien todo lo que tenga que ver con los Olímpicos y con este tema absolutamente ridículo«, indicó.
Hasta ahora, el COI cedió la responsabilidad sobre estas decisiones a la federación internacional de cada deporte.
Pero también el Comité Olímpico Internacional está en una época de cambios: en marzo, Thomas Bach dejará la presidencia del organismo. Uno de los principales candidatos a sucederlo es el exatleta Sebastian Coe, que actualmente lidera World Athletics y que fue parlamentario británico vinculado al Partido Conservador.
Coe, organizador de Londres 2012, ya adelantó en diciembre pasado que evaluará la prohibición total a competidores trans en las competencias femeninas de los Juegos Olímpicos, en caso de ser elegido presidente del COI.
Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 se desarrollarán sobre el cierre del mandato de Trump. Es una de las grandes citas del deporte en la agenda de los próximos cuatro años, en los que Estados Unidos también albergará el Mundial de Clubes de la FIFA este año y la Copa del Mundo en 2026.
La medida provocó protestas de organizaciones de Derechos Humanos y manifestaciones de la comunidad trans, que se convocaron este miércoles fuera del Capitolio.
El caso Lia Thomas y los casos de atletas trans en los Juegos Olímpicos
Lia Thomas era un nadador que en la categoría masculina se ubicaba en el ranking de su país en el lugar 462. En el 2019 comenzó su cambio de género.
Para marzo de 2022 se convirtió en la primera nadadora transgénero en competir a nivel universitario en Estados Unidos y se quedó con el título en la rama femenina de las 500 yardas (457 metros).
Pero luego, la organización internacional, entonces conocida como FINA (ahora World Aquatics), votó a favor de limitar la participación de nadadores transgénero. La política establece que cualquier persona que haya pasado parte de la pubertad masculina no puede competir en la categoría femenina de élite.
En consecuencia, Thomas presentó un recurso ante el Tribunal Internacional (TAS) para anular la prohibición de la federación internacional de natación y poder competir en los Juegos Olímpicos de París. Pero, el TAS falló en su contra y no pudo participar de la máxima cita del deporte mundial.
La orden firmada por Trump, además, llegó horas después de que tres excompañeras de Thomas presentaran una demanda acusando a la NCAA, la Ivy League, Harvard y su propia escuela, Penn, de conspirar para permitir que Thomas compitiera en campeonatos de conferencia y nacionales.
En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que por la pandemia se llevó a cabo un año más tarde, la neozelandesa Laurel Hubbard se convirtió en la primera mujer trans en competir en una categoría diferente a su género de nacimiento. Fue en levantamiento de pesas, con un paso corto en el que no estuvo cerca de competir por las medallas.
En Tokio también dejó su sello Quinn, futbolista del seleccionado femenino de Canadá que se quedó con una medalla de oro al derrotar por penales a Suecia en la final. Quinn originalmente se llamaba Rebecca y ya tenía un recorrido extenso en la selección femenina canadiense. En 2020 se declaró transgénero y no binario.
Con información de EFE y AP
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