Con la leve mejora en los precios y la baja de las retenciones hubo un muy parcial recorte de las temidas pérdidas

A pesar de las lluvias registradas en las últimas horas, y mientras hay expectativas por nuevas precipitaciones, la sequía del último mes afectó significativamente a la zona núcleo del país, entre otras regiones. Según un informe de la consultora AZ-Group, respecto de las estimaciones iniciales, de aguardarse 52 millones de toneladas de maíz y un volumen similar para soja, luego hubo un recorte a 50,6 millones de toneladas para el cereal y 50 millones para la oleaginosa. En tanto, ahora ambas cosechas se estiman cercanas a los 48 millones y 49 millones de toneladas, respectivamente.

Si bien la pérdida productiva afecta a los productores porque tienen menos volumen, por una mejora de los precios y la baja de las retenciones hubo un recorte parcial en las pérdidas: hasta hace poco, se aguardaba una pérdida de ingresos para los productores de US$1312 millones en ambos cultivos, a US$22.608 millones sobre los 23.920 millones de dólares iniciales previsto. Con la foto actual, de mejora en los precios y baja de las retenciones, el ingreso treparía a US$24.006 millones, US$86 millones adicionales respecto del escenario de partida. Sin embargo, es la imagen actual y todavía falta y debe verse semana a semana la evolución del clima.

Según los especialistas, la falta de agua, sumada a las altas temperaturas, impactó negativamente en los cultivos, con variaciones según la fecha de siembra. Las expectativas están puestas en las lluvias pronosticadas para hoy y mañana, que podrían traer alivio en algunas zonas, aunque el panorama sigue siendo incierto. “Las pérdidas productivas podrían acentuarse de fallar las lluvias”, indicaron en la consultora.

Como en cada campaña, el clima es un factor clave para definir si el ciclo productivo será un éxito o un “fracaso productivo”. “Los productores ajustaron la siembra de acuerdo con el impacto del ciclo anterior, afectado por la chicharrita, y las expectativas de rentabilidad, por lo que los números finales aún no pueden definirse”, señaló Lorena D’Angelo, analista de granos de la consultora. “La verdad que es bastante variado el tema. No está del todo claro qué puede pasar con la cosecha, ya que depende de la fecha de siembra”, dijo Diego de la Puente, analista de granos, a LA NACION. “Los maíces sembrados muy temprano y muy tarde se encuentran bien; los del intermedio se encuentran más complicados”.

Desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimaron una baja en la producción de maíz de 1 millón de toneladas, a 49 millones de toneladas. Con respecto a la soja, proyectaron una merma de 1 millón de toneladas, a 49,6 millones. En tanto, AZ Group, como se comentó, detalló recortes mayores: hasta ahora se lleva una pérdida de 4 millones de toneladas de maíz y 3 millones de toneladas de soja.

Precipitaciones de las últimas 48 horas. Zeni en base a SMN

“Es muy difícil a esta altura del año hacer contabilizaciones, en el marco de lluvias que no fueron perfectas. Hay lugares donde llovió justo en el momento en el que tenía que llover y los cultivos todavía están. Hay zonas en donde llovió un poquito después y ya tenés pérdida. La realidad es que si no llueve vamos a seguir recortando, así que estamos en el medio del momento crítico donde las lluvias son fundamentales”, agregó de la Puente.

El meteorólogo Germán Heinzenknecht explicó que, si bien noviembre y la primera parte de diciembre pasado registraron lluvias importantes en la zona núcleo y en la región pampeana, después comenzó a observarse un comportamiento más errático de las precipitaciones, impactando en los cultivos.

“Todas las fechas de siembra se fueron corriendo hacia el período donde la falta de lluvia empezó a impactar (mediados de diciembre en adelante), sufriendo daños en gran parte de los cultivos”, explicó. En el caso de la soja, la siembra se realizó con buena humedad, aunque la posterior falta de agua complicó la situación.

Heinzenknecht advirtió que las lluvias de esta semana serán escasas: “Es posible que en la zona de Cuenca del Salado se den algunas lluvias un poquito más importantes. Ya se han observado lluvias un poco más al sur, en la zona de influencia de Bahía Blanca, pero no han sido tan importantes. Así que estimamos que, a lo sumo, el norte de Buenos Aires puede recoger lluvias similares de 20, 30 milímetros, no más”.

Hubo productores que a mediados de enero picaron maíz por la baja expectativa de rinde

“Las lluvias que están llegando, comparado con la demanda de los cultivos y las altas temperaturas, realmente hacen un balance hídrico deficitario, con lo cual los cultivos van a seguir bastante hostigados por la falta de reservas”, declaró.

En términos productivos, la estimación actual de D’Angelo indica una reducción en volumen del 7,7% en maíz y del 5,7% en soja respecto al potencial productivo. No obstante, la mejora en los precios, con un incremento del 11,1% en maíz [considerando la foto actual versus la situación inicial] y del 9% en soja, ayuda a mitigar el impacto económico de la baja en los rindes.

En tanto, “la gran apuesta” es de lluvias importantes para Buenos Aires, La Pampa y el sur de Santa Fe. En caso de concretarse, febrero podría encaminarse hacia valores más cercanos a lo normal, con precipitaciones en torno a los 100 milímetros, lo que permitiría sostener cierta estabilidad en la producción. “Lo más importante para la definición de la campaña es que febrero tenga lluvias lo más próximas a la normal posible. Mínimo 80 milímetros. Por debajo de los 80 milímetros va a ser muy difícil tener rendimientos normales en la zona núcleo”, remarcó.

Agua útil en el perfil del suelo medida en porcentajeSMN

En algunas regiones se registraron precipitaciones, aunque erráticas, que podrían frenar pérdidas en los cultivos, con lluvias que van desde los 20 a 60 milímetros. Entre otros registros, se reportaron en General Arenales 57 mm, en Rojas 53 mm, en San Antonio de Areco 20 mm, Salto 22 mm, y en Colón 44 mm.

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