El Gobierno ratificó hoy que en febrero mantuvo uno de sus principales pilares económicos: el superávit fiscal. Así lo anunció hoy el ministro Luis Caputo, quien confirmó que en febrero el sector público nacional mantuvo el superávit financiero.
De acuerdo con lo informado por el titular del Palacio de Hacienda, en el segundo mes del año el Gobierno alcanzó un superávit primario de $1.176.915 millones. A su vez, confirmó que el superávit financiero (que incluye el pago de intereses de deuda) fue de $310.726 millones.
“Durante febrero, el sector público nacional (SPN) registró un resultado financiero superavitario por $310.726 millones, producto de un resultado primario de $1.176.915 millones, y de un pago de intereses de deuda pública neto de los intra-sector público por $866.189 millones”, detallaron desde el Ministerio de Economía.
De esta manera, el Gobierno repitió en febrero el saldo positivo que había mostrado en enero. Así, según los números oficiales, en el primer bimestre de 2025, el superávit primario es de 0,5% del PBI, mientras que si se consideran los pagos de intereses de deuda se alcanza un superávit financiero del 0,1% del PBI en el período.
“Esto consolida el ancla fiscal del programa de gobierno. El cuidado de las cuentas públicas desde el inicio de la gestión permite al Gobierno Nacional asistir rápidamente a las familias damnificadas de Bahía Blanca, sin recurrir al endeudamiento ni la emisión monetaria”, planteó Economía, en un comunicado.
Según los números presentados por el Ministerio de Economía, los ingresos superaron los $9,7 billones, con un crecimiento interanual del 75,8%. Los recursos tributarios se incrementaron un 81,6% en términos interanuales, por alzas en la recaudación por Ganancias (121,8%), que un año atrás tenía un universo de contribuyentes asalariados menor; aportes y contribuciones a la seguridad social (120%), derechos de importación (103,9%) y retenciones (99,2%).
Por debajo del promedio se ubicaron otros impuestos, como Débitos y créditos, también conocido como ‘impuesto al cheque’ (74,4%) y el IVA (71,1%).
Otro punto a destacar en la comparación interanual es que a partir de 2025, el Gobierno no cuenta con el ingreso asociado al impuesto PAIS, que expiró en diciembre de 2024, y había representado una recaudación de alrededor de 0,2% del PBI en febrero del año pasado.
En cuanto a los gastos, el Gobierno informó que en febrero crecieron en términos reales, con una variación interanual del 98,8% (totalizaron $8,6 billones).
“Por segundo mes al hilo, el gasto primario crece a una tasa superior a la que lo hacen los ingresos: 19% y 5% anual real, respectivamente”, apunta Melisa Sala, economista jefa de la consultora LCG. “Esto obedece principalmente a una base de comparación ‘distorsionada’”. En el caso de los gastos, producto del del freno en los pagos el primer bimestre del año , pasado y del efecto licuación en un escenario de inflación en la zona del 20% mensual; y en el caso de los ingresos por el repunte, de los derechos de exportación e impuesto país después de la devaluación. Así, lo que el año pasado jugó a favor, estos primeros meses jugará en contra”, explica.
Según muestran los números oficiales, las prestaciones a la seguridad social crecieron un 118,8% interanual, luego de la aplicación de la fórmula de ajuste por inflación desde abril de 2024. A su vez, impacta la baja base de comparación por el ajuste aplicado para los haberes jubilatorios a comienzos de 2024.
En cambio, el rubro de remuneraciones del sector público refleja la caída en los salarios de estos trabajadores y la reducción de puestos que implementó el Gobierno. Según números oficiales, este segmento tuvo un alza interanual, del 55% en febrero de 2025.
“El gasto primario real volvió a crecer en dichos términos y en la comparación interanual por segunda vez desde julio de 2023. Lo que sí parece más importante es que los ingresos crecieron por detrás del gasto primario y, en consecuencia, el resultado primario positivo se redujo en magnitud. En particular los ingresos totales crecieron a un ritmo de 5,4% real interanual en febrero de 2025, con ingresos tributarios que hicieron lo propio en 8,8% real anual”, apuntan desde la consultora Outlier.
“Dada la esperable recuperación de buena parte de los rubros del gasto primario real, va a ser clave la dinámica positiva de los ingresos, y por ende de la actividad, para sostener la mayor parte del superávit primario logrado en 2024 a lo largo de 2025″, completan.
La cuenta de subsidios tuvo la mayor caída en términos reales, producto del incremento en las tarifas de servicios públicos y el transporte que aplicó la actual gestión. En conjunto, crecieron un 5,9% nominal interanual y totalizaron $425.780 millones.
Dentro de este segmento, sin embargo, se observa una divergencia: mientras los subsidios a la energía tuvieron en febrero una caída interanual del 42,5%, luego de sucesivos incrementos en las tarifas de los servicios públicos, los correspondientes al transporte tuvieron en el segundo mes del año un crecimiento del 113,8%.
“El achicamiento de la brecha entre el crecimiento de los ingresos y los gastos seguirá operando fuerte en los próximos meses, con gastos afectados por una baja base de comparación anual, al contrario que los ingresos. De todas maneras, no desconfiamos de la dinámica de convergencia fiscal que impulsa el gobierno y esperamos más meses con superávit fiscal aún al costo de acentuar recortes en otras áreas, fundamentalmente aquellas que preserven nichos de ineficiencia todavía no corregidos”, concluyen en LCG, donde proyectan un superávit primario en torno al 1,5% del PBI para este año.
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