La Avenida Benavídez, en su intersección con la calle Bonduel al norte y Almirante Brown al sur, se ha convertido en un problema para miles de sanjuaninos que diariamente transitan entre Chimbas y Rivadavia. En esta zona límite de ambos departamentos, el deterioro vial es evidente, con baches que se acumulan a lo largo de ambos márgenes de la avenida. Más aún se notan luego de las últimas lluvias porque el agua quedó acumulada en las imperfecciones del asfalto.
Vecinos y conductores califican el tramo como “tierra de nadie”, ya que parece no contar con un mantenimiento regular ni una clara definición de responsabilidades entre los municipios de Chimbas y Rivadavia. Esta arteria es una de las más transitadas para conectar el este y el oeste de la provincia, pero su mal estado pone en riesgo la seguridad vial y genera demoras constantes.
El problema se agrava en horarios pico, cuando el tráfico aumenta y las malas condiciones generan embotellamientos y accidentes menores por algún conductor que intempestivamente frena para evitar romper el vehículo contra uno de los tantos pozos. Comerciantes de la zona también manifestaron su preocupación, ya que el deterioro impacta en la actividad productiva y en la calidad de vida de los residentes.
A pesar de los reclamos, no se ha anunciado un plan concreto para reparar el tramo. Los municipios involucrados aseguran estar en diálogo para resolver la situación, pero hasta ahora no han definido un acuerdo sobre quién debe hacerse cargo de las obras de mejora.
“Hace más de un mes y medio que se generó este bache frente a mi casa y nadie se hace cargo. No atienden desde Vialidad provincial ni desde las municipalidades, no sé ni a quién pertenece esto”, afirmó un vecino de la zona. Agregó que “muchos motociclistas se escapan de caer y prácticamente en la noche no se puede dormir de los golpes de los autos, realmente no sabemos qué hacer”.
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