Canapino tuvo un regreso triunfal al TC2000 y junto a Fineschi se adueñó de los 200 Kilómetros de Buenos Aires en el Gálvez
Minutos después de cruzar la meta, Agustín Canapino se bajó de su auto, besó el techo y celebró con el dedo índice señalando al cielo. Ya no pudo contener las lágrimas y lloró, mientras se fundía en un fuerte abrazo con el equipo y con Damián Fineschi, el titular de ese Chevrolet con el que el arrecifeño volvió a festejar en los 200 Kilómetros de Buenos Aires, novena fecha de la temporada de TC2000.
La dupla integrada por el quilmeño y el Titán se impuso en la final que se corrió este domingo en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez, con más de 25 mil personas en las tribunas, por delante de dos parejas durísimas. Porque segundos quedaron Matías Rossi y su invitado José María López (Toyota), dos enormes pilotos con grandes trayectorias. Y terceros, Leonel Pernía, que iba por su quinto triunfo al hilo en esta carrera, y Nicolás Moscardini (Renault).
La emoción del Titán tuvo varias razones. Esta carrera marcó su regreso al automovilismo argentino después de la dura e inesperada salida de la IndyCar. Y ese auto que besó tras la victoria fue el último que construyó su papá Alberto, quien falleció en febrero de 2021.
«Me acuerdo mucho de mi viejo, lo extraño mucho. Y este año fue duro, me lo hicieron pasar muy mal. Fue muy difícil lo que vivimos allá. Esto es una descarga grande», contó en charla con Carburando poco antes de subirse al podio.
«Todo el equipo hizo un trabajo enorme este fin de semana, pero lo de Agustín en esta final fue tremendo. No tengo palabras. Hoy fuimos el auto a abatir sorpresivamente». aseguró Fineschi, como entregándole el mérito por el primer lugar a su invitado.
Fineschi largó primero y logró conservar la punta a pesar de la constante presión de Pechito López, que partió segundo y no se cansó de intentar apoderarse del liderazgo. Pero no pudo el cordobés. Ni en el 16° giro, cuando el quilmeño se salió de pista y terminó en el pasto, pero se recuperó rápido y, aunque perdió algo de ventaja, logró mantener su posición. Ni ocho vueltas más tarde, en el primer relanzamiento de la carrera luego de la neutralización por el despiste del Toyota de Esteban Gini.
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