Argentinos se recuperó del doble blooper del Ruso Rodríguez y le dio vuelta el partido a un golpeado Banfield para seguir bien arriba
Argentinos es una máquina. Cada una de las piezas que la componen están en completa sincronía y si le dan 90 minutos, es capaz de dar vuelta un resultado, incluso desperdiciando un penal. Ganó 2 a 1 en cancha de Banfield, despejó dudas -si es que existían- sobre su rol protagónico en este torneo. La gente del Taladro rompió la tregua que había comenzado con la llegada de Ariel Broggi y volvió a silbar al equipo.
Banfield se encontró con el gol rápido. Desde el comienzo no dejó que Argentinos pudiera hacer su juego y pareció acorralarlo. A los 6 minutos Diego Rodríguez se hizo un increíble gol en contra tras un remate de poco prometedor de Gonzalo Ríos. La pelota se le escurrió y después de un rebote en un palo, la terminó metiendo dentro de su arco.
Con la ventaja en su favor, Banfield perdió el ímpetu inicial y también la pelota. Retrocedió unos cuantos metros y dejó que el Bicho creciera y llegara al área rival. Tanto que en una de esas incursiones se llevó un penal que ni siquiera había pedido. Porque poco después de la media hora de juego, hubo un llamado de VAR que Hernán Mastrangelo atendió en la pantalla.
Cobró penal por una pelota que pegó en la mano de Ramiro Di Luciano, que estaba de espalda. Discusión al margen, del tiro se encargó Tomás Molina pero no fue gol porque Facundo Sanguinetti le adivinó el palo y desvió la pelota. Antes y después del tiro, las tribunas cantaron contra el presidente de la AFA, Claudio Tapia. Chiqui se metió en el cancionero que interpreta Banfield cada fecha, especialmente luego de decisiones arbitrales poco claras.
En la segunda parte, el delantero que malogró el penal, tuvo la chance de redimirse y empató el partido con un remate soberbio que esta vez a Sanguinetti le resultó imposible desviar. Con el gol, Argentinos veía su esfuerzo reflejado en el marcador. Algunos minutos antes del empate, le habían anulado uno por posición adelantada. Estaba claro que el equipo de La Paternal no había llegado al Sur para llevarse apenas un punto. No estaba conforme.
Se encendió Federico Fattori. El Pelado manejó el medio, cortó, quitó y entregó como si nadie se opusiera. Cuando el partido lo pidió, bajó como central o se ubicó por izquierda. De su ingenio nació todo el toqueteo con que el Bicho demostró porque lidera su tabla. Lucas Gómez, en tiempo cumplido, le puso su firma al gol de la remontada y del triunfo.
La terminó sacando barata Banfield, porque arrancó con todo pero no pudo sostener siquiera su propuesta. Argentinos tardó hacerse dueño, pero demostró porqué se moldea como uno de los mejores del campeonato.
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