Martín Guzmán, exministro de Economía que negoció el último acuerdo entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI), advirtió que el eventual nuevo endeudamiento que gestiona la administración del presidente Javier Milei podría ser considerado «ilegítimo» si el Gobierno evita la aprobación del Congreso y accede a los fondos mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Según el economista, esta maniobra violaría tanto la legislación nacional como las propias reglas del organismo internacional.
Guzmán recordó que la Argentina aún arrastra las consecuencias del crédito por 45.000 millones de dólares tomado en 2018 bajo la gestión de Mauricio Macri. Según su análisis, los fondos de ese préstamo fueron utilizados para intervenir en el mercado cambiario y facilitar la salida de capitales especulativos, que habían obtenido grandes ganancias a través de la política de altas tasas de interés implementada durante la administración de Federico Sturzenegger en el Banco Central.
Los críticas de Martín Guzmán por el acuerdo con el FMI vía DNU de Javier Milei
El exfuncionario subrayó la importancia de que cualquier endeudamiento con el FMI cuente con la aprobación del Congreso, conforme lo establece la Ley 27.612.
Dicha normativa obliga a que el Poder Legislativo evalúe las condiciones y el destino de los fondos antes de que el Ejecutivo pueda avanzar con un nuevo acuerdo de financiamiento. En este sentido, Guzmán cuestionó el intento del Gobierno de eludir esta instancia a través de un DNU.
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«La verdadera razón por la que Caputo y Milei quieren saltear al Congreso no es la urgencia», señaló Guzmán, argumentando que los tiempos administrativos del FMI desmienten esta justificación. «Desde que hay un acuerdo con el staff del FMI hasta la aprobación del directorio, pasan cerca de tres semanas. Si eludir al Congreso fuera por una cuestión de urgencia, también debería serlo para el directorio del FMI, y eso no ocurre», afirmó.
Para el exministro, la razón de fondo es política: el Gobierno no cuenta con el respaldo suficiente en el Senado para aprobar la toma de nueva deuda externa. Esta falta de apoyo es clave, ya que el FMI exige consenso político como una condición para otorgar préstamos de gran magnitud, en el marco de su criterio de acceso excepcional. De este modo, si el organismo avanzara con el préstamo sin el aval parlamentario, estaría incumpliendo sus propias normativas.
Guzmán advirtió que, de concretarse este endeudamiento en esas condiciones, la deuda podría ser repudiada en el futuro por considerarse «ilegítima». Además, sostuvo que la estrategia del Gobierno benefició a sectores especulativos que acumularon activos en pesos y ahora esperan la inyección de dólares para concretar sus ganancias. «En 2024 la cuenta la pagaron principalmente los jubilados, y en los próximos años serán sus hijos y nietos», concluyó.
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