Abierto Argentino de Polo: La Dolfina y La Natividad juegan otra final de 80 goles en Palermo, con ganas de revancha y la lluvia como villano involuntario


Juan Martín Nero toca el trofeo del Abierto Argentino de Polo. Lo mira, sonríe y se abraza a él en medio de una producción de fotos en la sede Alfredo Lalor de la Asociación Argentina de Polo. «No creo en eso de la mufa. La verdad es que a donde la veo la toco», le dice a Clarín el experimentado hombre de La Dolfina que va en busca de su título número 13 en Palermo. Su equipo enfrentará a partir de las 16 a La Natividad en una atractiva final de 80 goles de handicap que se podrá ver por ESPN 2 y Disney +. Ya no quedan entradas por vender.

Del otro lado, Camilo Castagnola, de 21 años, muestra una timidez que se contrapone con su irreverencia dentro de la cancha. Mantiene los brazos junto al cuerpo y sonríe para la cámara, aunque en primera instancia parecer querer que ese momento termine rápido y salir a jugar. Después sí logra soltarse y apoya uno de sus brazos sobre el trofeo. Fue el jugador más joven en llegar a los 10 goles de handicap hasta que Poroto Cambiaso le rompió el récord, ganó la joya más preciada de la Triple Corona en dos de las últimas tres temporadas con el equipo de su familia y sueña con más gloria.

¿Hay un favorito? «Y… yo creo que un poco más ellos y no lo digo para sacarme presión. Los dos tenemos equipos de 40 goles, pero ellos son los últimos campeones. Nos ganaron la final a nosotros, también nos ganaron este año la final de Hurlingham. Me parece que ellos tienen el favoritismo, pero nosotros vamos con toda la fe», analizó Nero. Jeta Castagnola no se achica: «Confiamos en nuestras chances. Sabemos que si jugamos bien y los caballos están bien vamos a tener muchas chances porque tenemos un muy buen equipo».

Para Nero, de 43 años, no es una final más. «Es una final importantísima. Es difícil llegar. Atrás está todo el esfuerzo de la familia y de un equipo enorme. Yo la trato de disfrutar porque obviamente ya soy más grande. Sé que no me van a quedar muchas más y voy a jugarla como si fuera la última. No sé si voy a volver a tener la chance, así que trataré de disfrutarla al máximo y, por supuesto, me encantaría ganarla», reflexionó.

El contexto de esta final es bien particular. Las fuertes lluvias que cayeron en Buenos Aires en la última semana obligaron a la reprogramación de las semifinales. La Natividad le ganó 12-9 el martes a La Hache con siete goles del menor de los Castagnola y el miércoles La Dolfina venció 15-12 a La Ellerstina. Aunque se tomó la decisión de postergar 24 horas la final y pasarla para el domingo, los jugadores no tienen la habitual semana previa de preparación que tanto disfrutan. Y la planificación cambia. Pero, ambos coinciden, «es igual para los dos».

JMN: —Va a ser un partido lindo para jugar y también para ver. Son dos equipos muy buenos. No hemos tenido ninguno de los dos la gran temporada, pero llegamos otra vez. Somos dos equipos de 40 goles, los candidatos. Creo que va a ser un partido parejo, dinámico, con muchas corridas. Va a estar lindo. Vamos a tener que estar muy cerca de ellos, concentrados. No hay que darle espacios porque con medio metro que les des te hacen muy fácil un gol. Son muy desequilibrantes los cuatro de ellos.

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