El cardenal argentino más cercano al Papa habló sobre su rehabilitación: “Casi que tiene que volver a aprender a hablar”


ROMA.- El papa Francisco “está muy bien físicamente”, pero “necesitará rehabilitación porque mucho tiempo con oxigenación de altos flujos te seca todo y casi que tenés que volver a aprender a hablar”. Esas son las palabras que pronunció este viernes el cardenal Víctor Manuel “Tucho” Fernández, una de las personas más cercanas al papa Francisco, que, al cumplirse cinco semanas de hospitalización de su jefe máximo, en diálogo con periodistas, dio un interesante pantallazo sobre su estado.

Fernández, que apareció muy sereno, aseguró que si bien al Pontífice después de cinco semanas internado le gustaría volver a Santa Marta, se quedará en el hospital Gemelli el tiempo necesario para recuperarse que decidirán sus médicos. Además, consideró que cuando finalmente regrese, deberá cambiar su modo de ser Papa, en referencia a una menor intensidad laboral. Y se mostró convencido de que Francisco no renunciará.

Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, si bien no especificó si en estos 36 días de encierro en su suite del décimo piso del Gemelli pudo ver a Jorge Bergoglio, contó que sí estuvo en contacto con él.

El cardenal Víctor «Tucho» Fernández, en una presentación del libro «Viva la poesía» en Roma, el viernes 21 de marzo de 2025Gregorio Borgia – AP

“Estuve en contacto y estoy contento porque yo sabía que su organismo reaccionaba de un modo o de otro y al final tuve razón porque se encuentra verdaderamente muy bien físicamente. Ahora, necesita una rehabilitación porque mucho tiempo con oxigenación de altos flujos te seca todo y casi que tenés que volver a aprender a hablar”, comentó el cardenal cordobés, antes de ingresar a la presentación de un libro sobre la relación del Papa con la poesía, del padre jesuita Antonio Spadaro.

Una fuente del Vaticano consultada por LA NACION confirmó y a la vez relativizó un poco el tema de volver a aprender a hablar, al destacar que justamente por las dificultades pulmonares está haciendo fisioterapia respiratoria. En este sentido, recordó que, como dijeron sus médicos en su último parte, el Papa ya está reduciendo el uso del oxígeno y suspendió la ventilación mecánica no invasiva (la máscara) de noche.

“Cuando tenés menos oxígeno, tenés que dosificar el aire en forma distinta para poder hablar. Parece una banalidad, pero es así… Con una oxigenación diferente hay que ver cómo sigue la articulación [de las palabras] y la fisioterapia respiratoria sirve para esto”, explicó esa fuente.

Ante una pregunta sobre cuándo podrá regresar al Vaticano y si podrá encabezar la Pascua (que cae el 20 de abril), el cardenal Fernández fue muy cauto.

La única foto difundida del Papa en la capilla del policlínico Agostino Gemelli en Roma, el pasado domingoVatican Press Hall

“Él querría volver, pero los médicos quieren estar al cien por cien seguros y prefieren esperar un poco. Porque él tiene su modo de vivir, él quiere darlo todo y el poco tiempo que le queda lo quiere usar ‘no para curarme a mí mismo’. Y después, ¿qué pasa? Vuelve acá [al Vaticano] y no es fácil que siga los consejos”, contestó.

Admitió, no obstante, que habrá un antes y un después de esta internación, la más larga de su pontificado. “Deberá ciertamente cambiar, pero no podría dar los detalles”, dijo, al aludir a un ritmo más tranquilo al que venía llevando. Antes de verse obligado a internarse el 14 de febrero pasado, pese a una bronquitis, el Papa no canceló audiencias, sino que mantuvo una agenda más que intensa y más que exigente para una persona de 88 años.

De hecho, Fernández reconoció que, como ya había trascendido, hasta último momento el Papa desoyó los consejos que le llegaban de internarse.

“Imaginate para una persona como él, que no quería ir al hospital, lo convencieron algunos amigos muy cercanos, que no sé qué malas palabras usaron… ‘Tenés que ir, si no cortamos esta relación’, así lo convencieron”, contó el Tucho, al destacar que para alguien cómo él es “pesado” estar encerrado tanto tiempo en un hospital. “Pero él es de esas personas de otros tiempos, que tienen una fuerza inmensa, una capacidad de sacrificio, de darle un sentido a estos momentos oscuros”, agregó Fernández, único prelado argentino y de su confianza que en sus 13 años de pontificado trajo a la curia romana.

Un mensaje para el papa Francisco se ve frente al Policlínico Agostino GemelliAndrew Medichini – AP

“El augurio que le hago: pienso que ahora inicia un nuevo Papa y él es un hombre de sorpresas y seguramente habrá aprendido muchas cosas en este mes y de la galera saldrán afuera quién sabe qué cosas”, adelantó. “Aun sabiendo que esto significa un esfuerzo muy pesado para él, un momento difícil, sé que será fecundo para la Iglesia y el mundo”, agregó, al descartar, ante otra pregunta, que llegue a renunciar. “No creo verdaderamente, eso no”, sentenció, sin dudas.

En tanto, no se detiene la movilización espiritual para pedir por la salud del Pontífice. Al margen del rezo del rosario en la Plaza de San Pedro, todos los días, se dan otras citas. Una de ellas fue una misa en la Iglesia del Gesú, que el “canciller” del Papa, el arzobispo británico Paul Gallagher, celebró ante los miembros del cuerpo diplomático por la salud de su jefe máximo.

En su sermón, Gallagher destacó que “en la fragilidad, el Papa sigue sirviendo a la Iglesia y la humanidad”, según informó Vatican News. No ocultó, por otro lado, su preocupación por un mundo en llamas. “Hay quienes, por desgracia, alimentan sin cesar una cultura de la muerte”, abrazando la “lógica perversa del odio, de la prevaricación y, por tanto, de la guerra, a todos los niveles. El mundo se convierte así en el teatro de un enfrentamiento de etnias y civilizaciones, de culturas y religiones”. lamentó.

También tuvo lugar un encuentro ecuménico de oración por la salud de Francisco y por todos los enfermos en la iglesia de San Lorenzo in Piscibus, sede del Centro Juvenil Internacional San Lorenzo, a metros del Vaticano. La iniciativa fue promovida por la Comunidad de Taizé, el Dicasterio para la Servicio de la Unidad de los Cristianos y la Oficina para el Ecumenismo y el Diálogo de la Diócesis de Roma, en colaboración con las Oficinas Ecuménicas de las Iglesias Metodista y Reformada de Roma y el Centro Anglicano de Roma.

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