La productividad de la economía es hoy menor que la de 1950 OPINIONPor Ariel Coremberg

A principios del siglo XX, Argentina era un país prometedor. La abundancia de recursos naturales, el destino de la inmigración europea y su clima templado eran señales de un futuro brillante compartido con otros países de asentamiento reciente, como Australia, Nueva Zelanda, Canadá e incluso Estados Unidos.

Sin embargo, desde la década de 1930 la economía argentina ha estado marcada por una constante frustración en sus ciclos de crecimiento.

Una sucesión de recuperaciones económicas seguida de profundas depresiones, algunas equivalentes a las devastadoras crisis de 1929 o 2008 en los países desarrollados. Ciclos concatenados con sólo tres a cinco años de respiro, antes de que la economía caiga nuevamente en otra profunda crisis.

Este patrón cíclico, fuente de decepción para los argentinos respecto de su economía, representa un magno desafío para los responsables de la política económica.

La última actualización de la base Arklems+Land, proyecto argentino que dirijo, para la medición de la productividad, competitividad y fuentes del crecimiento económico, con contraparte entre otras de la Universidad de Harvard, Groningen y Valencia, resulta oportuna para evaluar las principales fuentes del decepcionante crecimiento económico argentino entre los años 1950 y la actualidad.

El PBI per cápita durante la onda larga que transcurre entre principios del siglo XX hasta el presente, creció a una tasa anual de sólo 0,8% anual. En cambio, Australia que compartía el mismo horizonte prometedor que nuestro país de similares características, creció al doble, 1,7% anual. Australia necesita sólo una generación y media (35 años) para duplicar su nivel de vida, mientras que Argentina requiere tres generaciones (87,5 años).

El diferencial en la tasa de crecimiento del PBI per cápita el último siglo permitió a Australia mantenerse entre los primeros puestos en el ranking de PBI per cápita, mientras que Argentina colapsó desde el puesto 6 en 1897, al 67 en 2022.

Un análisis gráfico de la serie del PBI de Argentina en relación con Australia puede ser útil para obtener los puntos de inflexión a partir de los cuales se produce la divergencia en las trayectorias de ambos países.

Habiendo tenido un ingreso per cápita equivalente al 95% de Australia, hoy es sólo el 29%, un nivel de vida relativo inferior al de sus padres y abuelos.

La base Arklems+Land permite obtener la “contabilidad del crecimiento” y con ello identificar los factores que explican el crecimiento de una economía en el largo plazo.

Por ejemplo, una economía puede crecer gracias al crecimiento poblacional o a una ola migratoria que suma fuerza laboral (en la “contabilidad de crecimiento” estos factores se denominan “factor trabajo”).

También la economía puede crecer gracias a inversiones que permiten sumar maquinaria (factor capital). O bien, la economía puede crecer gracias a ganancias de productividad, ya sea del factor trabajo como del factor capital, o ambos (factor productividad).

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