En el programa Yo te Invito, conducido por Ana Paula Zabala y Alejandro López, que se emite de lunes a viernes de 17 a 18.30 horas por Huarpe TV, el psicólogo Raúl Ontiveros abordó una problemática cada vez más visible en las relaciones humanas: los vínculos adictivos. Según el especialista, este tipo de relaciones no solo son tóxicas y dañinas, sino que además generan una dependencia incontrolable, similar a una adicción a sustancias o al juego. “Sé que me hace mal, pero no puedo soltarlo, no puedo ponerle un límite. Cuando algo así pasa, no es solo dependencia, es adicción”, explicó Ontiveros.
Si bien la sociedad asocia comúnmente la adicción con el consumo de drogas o el juego compulsivo, también es posible desarrollar una adicción a personas. “En un vínculo adictivo, lo bueno es muy bueno y lo malo es muy malo. No hay estabilidad. Pasa cuando la persona adictiva encuentra una relación sana, pero se aburre. Entonces el problema es que no puede salir de ese círculo”, detalló el profesional. En estos casos, la conexión con el otro no responde a una lógica saludable, sino a patrones emocionales inconscientes que suelen repetirse a lo largo de la vida.
El especialista señaló que muchos de estos vínculos tienen su raíz en experiencias tempranas. “Normalmente, no es toda la explicación, pero en la gran mayoría de los casos son repeticiones de antiguos vínculos familiares. En realidad, me estoy vinculando con esa persona como me vinculaba con alguien en la infancia”, afirmó. Según Ontiveros, muchas de las heridas emocionales que se arrastran desde la niñez, como el abandono, el rechazo, la humillación, la injusticia o la traición, siguen operando en la adultez.
El ciclo de los vínculos adictivos suele ser difícil de romper. “Cuántas veces volviste con esa persona creyendo que iba a cambiar, cuántas veces apostaste a que esta vez iba a ser diferente”, reflexionó. Este tipo de relaciones pueden darse en la pareja, pero también entre amigos, hermanos o incluso entre padres e hijos. En algunos casos, los padres desarrollan una dependencia emocional hacia sus hijos, lo que dificulta el crecimiento saludable de ambas partes. “El ideal de una madre o padre sano es aquel que con el tiempo se va haciendo innecesario”, destacó.
Para superar este tipo de vínculos, el especialista recomendó un abordaje terapéutico. Reconocer el problema es el primer paso, pero también es necesario un proceso de introspección para entender por qué se eligen relaciones dañinas. “En psicología decimos que hay que cambiar el microscopio por el espejo: hay que mirarse y ver por qué elijo mal”, subrayó Ontiveros.
El cierre de una relación adictiva no solo genera tristeza, sino que también puede dejar una sensación de vacío y confusión. “Es obvio que se puede estar triste después de una relación, pero hay que hacer un duelo, aprender de esa experiencia y conocerse mejor. No se puede seguir dañándose y dañando”, concluyó el psicólogo, destacando la importancia de darse tiempo, procesar el dolor y buscar ayuda profesional para sanar.
Finalmente, Ontiveros invitó a participar del seminario sobre vínculos adictivos que dictará junto a la psiquiatra Luciana Quiroga este sábado 15 de marzo en “Entre Montañas” de 9 a 12.30 horas. Como son cupos limitados, los interesados pueden pedir más información vía WhatsApp a los números 2644594183 y 2646271720.
Los comentarios están cerrados.