Lewis Hamilton y Ferrari: los números millonarios de la sociedad entre piloto y equipo más ganadores de la Fórmula 1
La carrera de Lewis Hamilton parecía tener fecha de vencimiento: 12/2025. Como un sello en una lata, la extensión del contrato que en 2023 había firmado con Mercedes aparecía como un adiós en el momento justo, antes del cambio reglamentario en la Fórmula 1. Quizás por eso, y por un aumento en las críticas hacia un rendimiento bajo para los altísimos estándares del heptacampeón inglés que hicieron dudar de su rapidez a los más escépticos, sorprendió que Ferrari gastara una fortuna para asegurarse su llegada un año antes, lo que representó un largo divorcio del piloto con Toto Wolff la temporada pasada. Y aunque todavía hay que verlo sobre la pista en la SF-25, en la pretemporada sí se observó a un hombre de 40 años revitalizado, con la alegría de aquel que cumple un sueño de niño y que no duda en ‘italianizarse’ -tomando clases individuales de ese idioma y viviendo en un motorhome durante sus primeros días en Maranello- para entrar a la gran familia del Cavallino Rampante aunque tenga los pergaminos suficientes para ser tratado como un rey.
Dejando de lado los romanticismos, el desembarco fue y es un negocio millonario, porque en la sociedad de piloto y equipo más ganadores de la F1, las partes se retroalimentan. Mucho se habló en la prensa de los millones que decidieron la negociación entre Hamilton y John Elkann, presidente de la escudería desde 2018. Lo que se sabe, a través de la publicación italiana Sport&Finanza, es que de las arcas de la Scuderia salen 116 millones para su dupla de pilotos, lo que la convierte en la que paga los salarios más altos de la F1, delante de Red Bull y McLaren. ¿Cuántos le corresponden al británico? 50 millones de dólares por cada una de las tres temporadas, más 20 millones si se pagan ciertas bonificaciones, aunque la cifra podría ascender a 87 millones de dólares si se cuenta el acuerdo con la organización benéfica del piloto, Mission 44, por lo que supera al hasta ahora mejor pago, el tetracampeón actual Max Verstappen, blindado con 60 millones de dólares más 15 en bonus.
El negocio, sin embargo, no da pérdida porque los ingresos de Ferrari oscilan entre 350 y 400 millones de dólares solo de empresas asociadas, lo que se suma a la venta de merchandising, siempre alta para la marca pero aún más desde que se unió al piloto que con un título más superará al mito Michael Schumacher, único que consiguió cinco campeonatos consecutivos, todos vestido de rojo.
En febrero, luego de que la F1 lograra su post con más likes de la historia de Instagram al subir una foto del inglés junto a un mítico F40, Ferrari dio una muestra gratis del valor económico de un activo como Lewis Hamilton con una publicación en redes: la primera del piloto vestido de rojo. Según Sponsorlytix, una empresa que ayudada por la inteligencia artificial mide el valor de la marca de los patrocinadores en tiempo real, le representó un ingreso de casi 500 mil dólares.
Dos meses y cinco días después de la primera de las 104 victorias de Lewis Hamilton en la Fórmula 1, Andrea Kimi Antonelli, su reemplazante en Mercedes, cumplió su primer año. En medio de un cambio generacional en la categoría, el inglés, Fernando Alonso y Nico Hulkenberg son los únicos sobrevivientes de los nacidos en la década del 80 que aún conserva el Gran Circo. A sabiendas de la exigencia física que eso demanda, los tres ponen su experiencia a disposición de sus equipos. Y aunque el alemán también cambió de escudería, la exigencia en Sauber no es la misma que la pretendida en Ferrari, por lo que se entiende la autoexigencia del heptacampeón.
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