Temporal en Bahía Blanca: el dramático relato del presidente del club donde nació Lautaro Martínez que calcula un daño de 1.000 millones de pesos
Este martes debía ser alegría para Lautaro Martínez, que desde el banco de suplentes por una fatiga muscular vio cómo su equipo Inter de Italia clasificaba a los cuartos de final de la Champions League. Pero inevitablemente el ‘Toro’ estaba pensando en su Bahía Blanca natal, el drama de sus familiares y amigos que viven una inquietante situación tras el temporal que destrozó gran parte de la ciudad. Los clubes de fútbol, claro, no estuvieron ajenos a la tragedia. Y Pedro Peñalva, presidente del Club Atlético Liniers, de donde surgió el actual delantero de la Selección Argentina, contó la caótica situación que deberán afrontar: «Al Complejo Oscar Zibecchi lo borró; lo único que queda es tierra».
En su época de gloria, el club, situado en la calle Alem al 1089 de Bahía Blanca, fue testigo de los primeros pasos de un joven Lautaro Martínez en el fútbol, antes de su salto a Racing Club de Avellaneda. Hoy, en cambio, parece estar atravesando sus horas más oscuras.
«Calculamos un daño de 1.000 millones de pesos, pero fácil, al complejo deportivo que está a las afueras de Bahía, lo tapó el agua. Hay dos canchas de césped sintético grandes, que son de competencia para las formativas, no quedó nada. Es un golpe durísimo para nosotros, porque tenemos competencias, entrenamientos, softball, fútbol, son alrededor de 1500 chicos, 1800 más o menos, que mañana no tienen donde estar», contó el presidente, que asumió el 6 de febrero pasado.
No es la primera vez que Bahía Blanca y el club sufren un golpe tan duro. «El tornado ya nos hizo un daño tremendo, nos bajó todas las torres de iluminación, que salen una fortuna entre 80 y 90 mil dólares. Y hace poco, un granizo nos rompió todo el techo», relató, angustiado, Peñalva. Debido al granizo, la pileta climatizada de la sede quedó fuera de servicio.
Pero en el complejo quedó solo barro. «Tenía 20 canchas, dos canchas de césped sintético, cuatro vestuarios, cancha del softball, son daños tremendos. La semana que viene voy a estar viajando a Buenos Aires a tocar timbre a empresas y clubes para que me den una mano«, contó Peñalva, quien sabe que, en este momento, las prioridades del municipio y la Provincia de Buenos Aires son otras.
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