ROMA.- Dada su “condición clínica estable y en leve mejora”, los médicos que siguen al papa Francisco tampoco este martes -vigésimo sexto día de hospitalización-, difundieron un parte médico.
Por tercera vez desde que el Pontífice fue internado el 14 de febrero pasado con una bronquitis que degeneró en neumonía, saltearon la cita, que en las primeras tres semanas fue siempre diaria. ¿Por qué? Porque después de la última crisis respiratoria, ocurrida el 3 de marzo, las cosas fueron evolucionando en sentido positivo, como demostró el lunes el hecho de que levantaron el pronóstico reservado de su paciente ilustre, algo que, según explicaron, significa que está “fuera de peligro inminente por la infección de las vías respiratorias con la que ingresó al hospital”. Los médicos advirtieron, de todos modos, que como todavía no superó la neumonía, debido a sus 88 años y precedentes patologías, deberá quedarse internado varios días más.
Dario Leosco, presidente de la Sociedad italiana de Gerontología y Geriatría y profesor ordinario de la Universidad Federico II de Nápoles, explicó al diario La Repubblica que el fin del pronóstico reservado “significa que la observación clínica para los médicos es prometedora” y, de hecho, ya no reina la alarma y muchos periodistas que habían aterrizado en Roma para cubrir lo que parecía el peor de los pronósticos, ya levantaron campamento. “Evidentemente las condiciones de estabilidad permitieron esta decisión porque no hubo más crisis y los análisis de sangre, que son un elemento muy importante para tomar en consideración, dan buenos resultados”, consideró Leosco.
Por otro lado, el especialista estimó que el Papa sigue con terapia farmacológica y tomando antibióticos a la espera que se reduzcan los índices inflamatorios. “La infección va mejor, pero él todavía necesita de medicamentos. No hay que olvidar que el Papa tiene problemas crónicos que deben ser seguidos también farmacológicamente. Tiene una fragilidad respiratoria y sobre esta es que se producen episodios agudos”, añadió.
Como el Papa, según los partes, recibe oxígeno las 24 horas -de noche a través de ventilación mecánica no invasiva, es decir, una máscara que implica una asistencia superior y de día, a través de cánulas nasales de alto flujo-, Leosco explicó que, como se trata de un refuerzo importante, “la retirada del soporte respiratorio, incluso el soporte de flujo alto, debe ser extremadamente gradual”.
“Y probablemente ya han comenzado a hacerlo”, opinó.
Calculó, finalmente, que en los próximos días su equipo médico, liderado por el cirujano Sergio Alfieri -que lo operó dos veces del abdomen, siempre en el Gemelli, en 2021 y 2023-, deberá decidir cuándo darle de alta. “A un anciano no le hace muy bien quedarse internado por demasiado tiempo, aunque el hospital permite un monitoreo más cercano. Y es probable que, ya en su casa, entre las terapias prescriptas por los colegas, también figurará el oxígeno”, estimó, como hicieron otros especialistas.
Más allá de la ausencia del boletín médico, la Sala de Prensa de la Santa Sede, como había prometido, hizo saber cómo fue la jornada del papa Francisco, que continuó adelante con las terapias prescriptas, tanto farmacológicas como de fisioterapia respiratoria y motora. “Siguió durante el día con la oxigenación de alto flujo con el uso de cánulas nasales”, indicó, sin mencionar qué haría por la noche, algo que hizo pensar que, quizás y gracias a los ejercicios de fisioterapia respiratoria, están comenzando a disminuir la asistencia de las máquinas para evitar una dependencia de las mismas.
“Sus condiciones aparecen estables y en leve mejora y aunque salió del pronóstico reservado, para los médicos el cuadro clínico permanece complejo”, confirmaron desde la Sala de Prensa, en línea con el parte del a víspera.
Como ya se ha vuelto rutina, el Papa por la mañana recibió la eucaristía y no recibió visitas para dedicarse a la oración y a los ejercicios espirituales de la curia romana, que siguió a través de una conexión video (por la que no es visto por sus máximos colaboradores) desde el Aula Pablo VI.
La Sala de Prensa, que adelantó que mañana miércoles sí habrá parte médico -en el que podría haber novedades en base a nuevos análisis y exámenes, inclusa una tomografía computada de tórax, esencial para ver qué pasa con la neumonía-, recordó que no será difundido ningún texto de la catequesis de la audiencia general de los miércoles, como sucedió en las semanas pasadas, debido a la “pausa” que siempre hay en este período de retiro de Cuaresma en el Vaticano.
Ante versiones salidas en algunos medios italianos que hablan de trabajos de refacción en la residencia de Santa Marta con el fin de “medicalizar” o adaptar este hotel para eclesiásticos donde vive el Papa a sus nuevas exigencias respiratorias, fuentes del Vaticano negaron todo. “Al momento no hay ninguna actividad en curso, serán los médicos que deberán indicar qué tipo de instrumentación será necesaria y es prematuro hablar del tema”, dijeron. De hecho, no hay fecha de alta a la vista. Finalmente, desde el Gemelli se filtró que el exarzobispo de Buenos Aires, conocido por su determinación y tenacidad, sigue “de buen humor, porque está mejor”.
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