Precios más bajos y competencia alta: estos son todos los SUV chicos que se venden en la Argentina
El desafío del cambio. Si hay una industria que tuvo que surfear en la incertidumbre de la aparición de nuevas tecnologías es la automotriz. Apuradas por la Agenda 2030, las terminales comenzaron el camino de la electrificación y la transformación energética. El objetivo, impulsar una motorización alternativa apalancada en unidades 100% eléctricas e híbridas para reducir las emisiones de la industria y fomentar una movilidad más sostenible.
En paralelo, se dio un resurgir de las automotrices chinas. Con costos reducidos y productos competitivos, su llegada a nuevos mercados presupone un desafío extra para una industria que busca la manera de reinventarse y ofrecer opciones cada vez más renovadas para su cartera de clientes. Ese contexto, cada terminal elige un camino para mantenerse en partido y así como algunas deciden pisar el acelerador en la carrera por la electrificación, otras prueban con tecnologías alternativas.
Aún así, todas tienen algo en común. Una respuesta a estos tiempos, para replantear costos y conquistar la demanda, fue la llegada de cada vez más SUV (Sport Utility Vehicle) que avanzaron sobre los autos chicos y los sedanes, ingresando a más segmentos y con diferentes tecnologías y equipamiento. Además, en muchos casos su fabricación se lleva adelante sobre plataformas que ya se utilizaban para otros modelos más grandes, por lo que resultan una solución seductora para los fabricantes.
Y el mercado responde de manera favorable. En 2024, cuatro de cada diez vehículos que se vendieron en el mundo fueron Sport Utility y a su vez, los más pequeños (B-SUV) representaron la mitad de las ventas. Con el correr de los años, la categoría se convirtió en una de las más disputadas de la industria y son cada vez más los jugadores que se suman a competir por su porción del marketshare.
La automotriz que fue pionera en tomar este camino fue Ford, cuando en 2003 decidió repensar el concepto de los SUV, que hasta ese momento eran concebidos por las terminales y el público como vehículos grandes y de lujo. La marca estadounidense decidió montar un nuevo modelo sobre la producción del Fiesta, su auto chico, y revolucionó el devenir del mercado. Así surgió el EcoSport, que se fabricó en Brasil y tardó poco en convertirse en un éxito en ventas.
Los B-SUV proponen versatilidad. Tienen diseños compactos, con buena altura para la posición de manejo; un diseño exterior simil deportivo y mayor espacio interior que los hatchbacks. Resultan prácticos para el manejo en ciudad y cuentan con varias asistencias a la conducción y buenas prestaciones de seguridad, aspectos que también los vuelven atractivos para el mercado familiar. Por precio, se ubican en un área más accesible respecto a los sport utility de mayores dimensiones y dado que cada vez se ven menos siluetas de tamaño mediano o pequeño, son alternativas tentadoras para el tipo de cliente que busca un vehículo equipado, pero sin pegar el salto a una unidad 100% familiar.
Hoy en día es uno de los segmentos que capta la mayor cantidad de inversiones y le aportan dinamismo a la competencia en todo el mundo, con las terminales chinas también apostando cada vez más por este estilo. En la Argentina, el primer B-SUV en producirse fue el Chevrolet Tracker en la planta de General Motors en Alvear, provincia de Santa Fe.
Un ejemplo de esta búsqueda de las automotrices fue la presentación del Volkswagen Tera. El modelo se va a ubicar entre el Polo —modelo de entrada de gama a la marca— y el Nivus, uno de los otros vehículos que pertenece al los B-SUV además del T-Cross.
De esta forma, la oferta de la marca alemana en nuestro país contará con cinco SUV de diferentes tamaños (Tera, Nivus, T-Cross, Taos y Tiguan), tres autos (Polo, el sedán Virtus y el deportivo Vento) y dos pick ups (Saveiro y Amarok). Es decir, existe la misma cantidad de SUV—de diferentes tamaños— que de todos los otros segmentos juntos.
El año pasado, el Nivus vendió 6424 unidades (un 1,6% del mercado), mientras que estos meses lleva vendidas, con cambios en el medio, unas 1987 (un 1,9% de market share), según la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (Acara). En el caso de T-Cross, en 2024 patentó 5365 unidades (un 1,4%) y estos meses vendió 2224 unidades, un 2,1% de market share.
Sin embargo, no fue la única marca que decidió apostar fuerte por el segmento, ya que Renault, Citroën, Fiat, Peugeot, Jeep y Honda, entre otras, también tienen presencia. Además, Toyota, si bien aún no hay confirmación oficial, tiene pensado traer a la Argentina al Yaris Cross, que se transformará en el primer vehículo de la marca nipona en el segmento, ya que actualmente cuenta con alternativas más grandes, como son el Corolla Cross, RAV4 y SW4.
En el caso de la marca del rombo, presentó el año pasado el Kardian, que se fabrica en Brasil y llegó a nuestro país para ubicarse entre entre el Stepway y el Duster (el otro B-SUV de la automotriz). Fue una de las grandes apuestas de la terminal y vendió 3145 unidades el año pasado desde su lanzamiento en agosto. En lo que va de 2025 lleva vendidas 2191 unidades, un 2,1% de participación del mercado total de autos. En cuanto al Duster, computó 2797 matriculaciones en 2024 y lleva registradas 894 en estos dos primeros meses de 2025.
Otro caso más claro sobre la dirección de la industria es el de la marca francesa Citroën, que solo vende SUV en la Argentina, además de su oferta de utilitarios. Pero en lo que respecta a los Sport Utility del Segmento B, cuenta con el C3 Aircross y el recientemente lanzado Basalt. El año pasado, el C3 Aircross (lanzado en junio) vendió 3377 unidades, una participación del 0,9%, mientras que durante estos dos meses logró 2059 ventas, un 1,9% del mercado. Por el lado del Basalt, tuvo 802 ventas, un 0,8% del mercado en su debut.
Si se analizan los otros vehículos del segmento del Grupo Stellantis aparecen el Fiat Pulse y el Jeep Renegade. El primero vendió 3240 unidades en 2024 (0,8% del mercado) y el segundo computó 7477 en el mismo período. En cuanto al primer bimestre de 2025, registran 1485 y 1953, respectivamente.
Otra alternativa existente de de estos vehículos es el Peugeot 2008. El modelo que se fabrica sobre la plataforma CMP en la planta de El Palomar es el primer B-SUV de la compañía francesa que se produce en el país. Llegó como resultado de una inversión de US$270 millones y el año pasado vendió 3705 unidades, un 0,9% del total de autos vendidos, mientras que estos meses se patentaron 3430 unidades (un 3,2% de mercado).
Por el lado de Chevrolet, el mencionado Tracker vendió 10.950 unidades en 2024, siendo uno de los modelos más vendidos y capitalizando un 2,8% del mercado. En enero y febrero de este año registró 3286 ventas, un 3,1% de participación. El otro modelo de la marca en este segmento y que llegará dentro de poco a la Argentina es el Spark 100% eléctrico. Desde General Motors aprovecharán la ventana de oportunidad proporcionada por el Gobierno, con la eliminación de los aranceles de importación de extrazona a vehículos electrificados que no superen los US$16.000 de valor FOB (no pueden superar ese monto puestos en su puerto de origen, antes de impuestos).
Otra de las marcas que tienen presencia en el segmento son Nissan, con el Kicks (que vendió 3624 unidades el año pasado, un 0,9% de todas las ventas del mercado y hoy registra 722 matriculaciones, un 0,7%); Honda, que registró 1347 patentamientos para el HR-V en 2024 y ya alcanzó las 474 en lo que va del año y Hyundai, que hace lo propio con el Creta pero cuyas ventas no se encuentran diferenciadas por el reporte de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) por no ingresar dentro de los 50 más vendidos.
De todos los modelos mencionados, nueve aumentaron su participación en el mercado respecto a 2024 (Volkswagen Nivus y T-Cross, Renault Kardian y Duster, Fiat Pulse, Peugeot 2008, Chevrolet Tracker, Honda HR-V y Citroën C3 Aircross) y sólo dos perdieron en la medición (Jeep Renegade y Nissan Kicks). A estos se les sumarán nuevos jugadores, como el Citroën Basalt y los confirmados Volkswagen Tera y Chevrolet Spark.
La demanda creció no sólo porque hay mayores opciones en el mercado sino porque gran parte de estos modelos estaban impactados por la primera escala del impuesto interno. El conocido como impuesto al lujo, tributaba sobre los autos cuyo precio de lista, aproximadamente, se encontrara entre los $41.000.000 y $75.000.000 al 20% y al 35% para los que superaran ese monto. La decisión del Gobierno de eliminar el primer tramo y reducir el segundo al 18% provocó un reacomodamiento en los precios a la baja en muchos casos.
Así, los B-SUV que cada vez son más, aparecen con precios más accesibles para un mercado que confirma que los busca y quiere y que ya no necesita un modelo equipado para todo tipo de terreno sino uno con eficiencia en el consumo de combustible, que no requiera un alto gasto de mantenimiento y que ofrezca seguridad y confort de marcha. Más oferta y precios más bajos generarán, por consecuencia, una mayor demanda de B-SUV y, con todas las opciones que figuran en el catálogo local en conjunto con las novedades por llegar, habrá que ver quién se convierte en líder de un segmento cada día más competitivo.
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