Los países que Trump puso en la mira y sus respuestas: Panamá, Groenlandia, Brasil y “del que nadie jamás escuchó hablar”
WASHINGTON.- “Estados Unidos ha vuelto… y el sueño americano está creciendo, más grande y mejor que nunca”. Así comenzó Donald Trump su discurso sobre el Estado de la Unión para luego retomar algunas de las batallas de política exterior que comenzó a librar en el último tiempo. Entre las cuales se encuentran la cruzada contra la autonomía del Canal de Panamá, la insólita decisión de querer violar la soberanía de Groenlandia, el desmantelamiento de la Agencia de Desarrollo Internacional (Usaid) que financiaba proyectos de inclusión en países remotos como Lesotho y la reivindicación de los aranceles recíprocos, donde incluyó a Brasil en la lista de los países que se verán afectados. Casi al final de su discurso, anunció un avance sobre Ucrania.
Con al argumento de querer preservar la seguridad nacional e internacional, el presidente estadounidense reiteró su deseo de que Groenlandia, actualmente territorio semiautónomo del reino de Dinamarca, forme parte de Estados Unidos. “Necesitamos a Groenlandia para la seguridad nacional e incluso para la seguridad internacional. Y estamos trabajando con todos los involucrados para intentar conseguirlo”, indicó primero Trump.
Luego, sugirió que respetaría el derecho de la población de esa isla de determinar su propio futuro. Para segundos después, indicar que recuperaría el control de ese territorio “de una manera u otra”. “Realmente lo necesitamos para la seguridad mundial internacional y creo que lo conseguiremos; de una forma u otra, lo conseguiremos. Los mantendremos a salvo. Los haremos ricos. Y juntos, llevaremos a Groenlandia a niveles que nunca antes pensaron posibles”, sentenció sin mostrar intención de querer negociar la independencia.
“No queremos ser estadounidenses, ni daneses, somos kalaallit (groenlandeses). Los estadounidenses y su líder deben entenderlo”, escribió Mute Egede, el primer ministro de Groenlandia en una publicación en Facebook. “No estamos en venta y no nos pueden expulsar. Nuestro futuro lo decidimos nosotros en Groenlandia”, añadió.
El gobierno de Groenlandia se encuentra actualmente en un periodo provisional previo a las elecciones previstas para el 11 de marzo. La campaña electoral se centra principalmente en las aspiraciones independentistas de la isla ante el interés de Trump.
El ministro de Exteriores de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen, le restó importancia este miércoles a las palabras vertidas por Trump y defendió que el magnate neoyorquino dijo querer “respetar el derecho a la autodeterminación” de la isla en su intento por lograr la anexión del territorio”. En este sentido, aseguró que Dinamarca tiene “intereses comunes” con Estados Unidos en relación con la seguridad en el Ártico. “Soy optimista en lo referente a las elecciones de Groenlandia. Quieren reducir las relaciones con Dinamarca y estamos trabajando en ello”, puntualizó. ”La soberanía completa no existe y si alguien cree que Groenlandia puede ser absolutamente independiente, un país soberano sin ninguna alianza, tiene que pensarlo de nuevo”, aclaró, si bien resaltó que puede haber “otras alternativas”.
Ya a principios de enero y antes de jurar el cargo, Trump puso sobre la mesa la posibilidad hacer uso de medidas de “presión militar o económica” para hacerse con el control de zonas estratégicas como Groenlandia o el canal de Panamá.
El magnate confirmó su intención de recuperar el control del Canal de Panamá, parcialmente arrebatado a los chinos con la reciente compra de dos puertos por parte de BlackRock. “Para mejorar aún más nuestra seguridad nacional, mi administración recuperará el Canal de Panamá y ya hemos comenzado a hacerlo”, afirmó. Luego, indicó que fue “construido por estadounidenses para estadounidenses”. Finalmente, espetó que fue “regalado por la administración Carter” en un acuerdo que fue “gravemente violado” pero que de ninguna manera fue entregado a China, por lo que cargará con munición pesada para hacerse con el control nuevamente.
Por su parte, el presidente panameño José Raúl Mulino, reiteró esta mañana que el Canal “no está en proceso de recuperación” y descartó conversaciones al respecto con el Secretario Marco Rubio. Además, condenó el intento de mancillar la soberanía nacional. “Rechazo a nombre de Panamá y de todos los panameños esta nueva afrenta a la verdad y a nuestra dignidad como Nación. ¡El Canal es panameño y seguirá siendo panameño!”
Donald Trump volvió a defender su política proteccionista, explicando que los aranceles “no solo sirven para proteger los puestos de trabajo estadounidenses, sino también el alma de nuestro país”, aunque admitió que “habrá algunos pequeños trastornos”. Con planes de aplicar una serie de otros impuestos, citó a Brasil como uno de los países que, según él, siempre “usaron aranceles contra EE.UU.” y prometió responder con la misma moneda.
“Otros países utilizaron aranceles contra nosotros durante décadas y ahora es nuestro turno de empezar a utilizarlos contra esos otros países. En promedio, la Unión Europea, China, Brasil, India, México y Canadá… ¿ha oído hablar de ellos? Y muchas otras naciones nos cobran aranceles tremendamente más altos que los que les cobramos a ellos”. Dijo que estos y otros países gravan los productos estadounidenses con más del 100 por ciento, o dos o incluso cuatro veces los aranceles promedio de Estados Unidos.
Para luego anunciar que el 2 de abril entran en vigor los aranceles recíprocos. Y agregó que: “Cualquier cosa que nos apliquen a nosotros y a otros países, los aplicaremos a ellos. Eso es recíproco, de ida y vuelta”.
La embajada china en Estados Unidos no tardó en responder a la propuesta de Trump y prometió “luchar hasta el final”. “Si la guerra es lo que Estados Unidos quiere, ya sea una guerra arancelaria, una guerra comercial o cualquier otro tipo de guerra, estamos dispuestos a luchar hasta el final”, comunicó a través de su cuenta de X oficial la sede diplomática.
China respondió al aumento arancelario de la administración Trump con una serie de medidas de represalia, intensificando la guerra comercial. Pekín anunció nuevos aranceles de hasta el 15% sobre productos agrícolas de EE.UU. como pollo, trigo, maíz, soja y carne, además de controles a empresas estadounidenses. Las medidas entrarán en vigor el 10 de marzo.
Durante su extenso discurso, Trump declaró su compromiso de reducir la inflación y por lo tanto cortar con lo que llamó un “despilfarro flagrante del dinero de los contribuyentes”. Para esto, anunció la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una nueva agencia encargada de eliminar el gasto excesivo, dirigida por el multimillonario Elon Musk. “Basta escuchar algunos de los atroces desperdicios que ya hemos identificado”, dijo el líder republicano.
Así enumeró algunos de los programas de gasto que consideró un desperdicio. “8 millones de dólares para promover la comunidad LGBTQI+ en la nación africana de Lesotho, de la que nadie ha oído hablar nunca”, declaró Trump descartando la financiación como innecesaria.
Contrariamente a lo que afirma Trump, Lesotho no es una entidad desconocida en las relaciones internacionales. Este país sin salida al mar, rodeado en su totalidad por Sudáfrica, recibió durante mucho tiempo ayuda estadounidense, principalmente a través de iniciativas centradas en la prevención del VIH/SIDA, los derechos LGBTQ+ y el desarrollo económico.
Lesotho tiene una de las tasas de prevalencia del VIH más altas del mundo: se estima que el 22% de su población adulta vive con el virus. Los programas financiados por Estados Unidos, como el Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del Sida (PEPFAR), desempeñaron un papel crucial para abordar la crisis.
El ministro de Asuntos Exteriores de Lesotho, Lejone Mpotjoane, le respondió a Trump y dijo que era “impactante” escuchar a un jefe de Estado “referirse a otro estado soberano de esa manera”. “Para mi sorpresa, ‘el país del que nadie ha oído hablar’ es el país donde Estados Unidos tiene una misión permanente”, dijo Mpotjoane a la BBC. “Lesotho es miembro de la ONU y de varios organismos internacionales. Estados Unidos tiene una embajada aquí y tenemos a varias organizaciones estadounidenses alojadas aquí en Maseru”, afirmó, para luego desestimar las declaraciones del magnate como “improvisadas”. De todas maneras, indicó que mantendrán las relaciones cordiales con EE.UU..
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó también el martes que su homólogo ucraniano, Volodimir Zelensky, le comunicó que están preparados para entablar negociaciones de paz con Rusia y cerrar un acuerdo con Washington sobre sus minerales pese a su reciente altercado en la Casa Blanca.
”He recibido una importante carta del presidente Zelenski de Ucrania. La carta dice: Ucrania está preparada para sentarse a la mesa de negociaciones lo antes posible para alcanzar una paz duradera. Nadie quiere la paz más que los ucranianos”, dijo Trump en un discurso ante el Congreso.
De todas maneras, el vocero del presidente ucraniano dijo que no había ninguna “carta” y que Trump se refería a la publicación que Zelensky hizo en una red social.
Agencias Reuters y AP
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