¿Qué se sabe pero no lo dicen? Axel Kicillof quiere desdoblar las elecciones en la provincia de Buenos Aires para aceitar el aparato de los jefes municipales peronistas y no contaminar la discusión provincial con la pelea nacional, es decir, entre Javier Milei y Cristina Kirchner.
El Presidente mide mucho mejor de lo que el PJ del Conurbano estimaba que podría ocurrir. No le encuentran demasiada explicación pero es así. «Está más cerca del 40% que del 30%, que ya sería asombroso. No sabemos cómo penetrar en los pibes, nos queda el resabio del apoyo a Cristina en las barriadas, aunque llega a ser la mitad de lo que supo tener en su mejor momento», le dice a Clarín un intendente pero kichnerista alineado a la líder del peronismo nacional.
Kicillof quiere adelantar pero no lo dice. Tampoco sus espadachines en la pelea contra «el viejo kirchnerismo»: Carlos Bianco y Andrés «Cuervo» Larroque.
Para poder desdoblar la elección, la Legislatura bonaerense debe primero anular la PASO bonaerense por ley. Se necesita el apoyo de la mitad más uno de los 96 diputados y 46 senadores. El gobernador no puede darle la espalda al tiempo: este miércoles a las 16 inaugura las sesiones ordinarias en le recinto de la Cámara Baja y tiene hasta fin de marzo para suspender la Primaria provincial. Si fracasa, no hay desdoblamiento.
Los votos para evitar la PASO están. El 85% de los diputados y un porcentaje un poco menor de senadores está de acuerdo con la suspensión. Los verdaderos opositores a Kicillof, como viene pasando desde hace ya algunos años, es La Cámpora. Sus 13 diputados y un puñado de senadores propios serían los únicos que rechazan la PASO si el gobernador luego decretará el adelantamiento de la elección.

Desde el espacio de Sergio Massa le adelantaron a Clarín que votarán por la suspensión. Incluso, el único proyecto con estado parlamentario es el del renovador Rubén «Turco» Eslaiman. La propuesta, desde diciembre, está en la comisión de Reforma Política. Su presidente es el radical Emiliano Balbín, que responde a senador nacional Maximiliano Abad.
Desde la UCR bonaerense le dicen a este diario: «Nosotros estamos para acompañar a Kicillof en la suspensión de la PASO. Pero necesitamos que deje de dar vueltas y hable claro. Es decir, que nos diga sin rodeos lo que quiere hacer y deje de temerle a Cristina y a Máximo Kirchner. Si quiere que no haya Primarias y desdoblar, que lo exprese».
En su guerra interna con La Cámpora, Kicillof evita las declaraciones contundentes. Por eso, la estrategia de la Gobernación es, como dijo Carlos Bianco hace pocos días, que la Legislatura ordene el calendario electoral. Es decir, involucrar en la discusión a los diputados y senadores provinciales. Sobre todo, a los massistas.
El contraataque de Cristina y La Cámpora será exactamente jugar con la indefinición de Kicillof. «Ya no pertenece a nuestro espacio», le espetó la vocera cristinista Teresa García, tras la decisión del gobernador de enarbolar su bandera política bajo el nombre de «Movimiento Derecho al Futuro», título que habría propuesto el Cuervo Larroque como mensaje a su ex íntimo amigo Máximo Kirchner para que deje de condicionar al peronismo.
La Cámpora intentará dormir en comisión los proyectos para evitar las PASO, y así forzar que el gobernador se quede sin tiempo para desdoblar. Para apoyar la suspensión de la Primaria, Cristina y Máximo quieren el compromiso de Kicillof para que las elecciones sean concurrentes, es decir, que haya dos urnas en las generales de octubre, una a Diputados Nacionales (¿con Cristina como candidata?) y otra para los legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares.
Los comentarios están cerrados.