Trump reivindicó ante el Congreso su frenético comienzo de mandato con más promesas y amenazas
WASHINGTON.- En su primer discurso ante el Congreso tras su regreso a la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reivindicó su política proteccionista al afirmar que sus aranceles generarán “billones de dólares” para el país y ayudarán a crear empleos “como nunca hemos visto”, pese a que desató una nueva guerra comercial y derrumbó los mercados.
“Lo que nos arancelen a nosotros, les arancelaremos a ellos”, dijo Trump en su mensaje ante los representantes y senadores reunidos en el Capitolio para una sesión especial conjunta que coronó las primeras de su segundo mandato. Reconoció que las tarifas pueden causar “algunas perturbaciones”, pero advirtió que “no será mucho”.
Trump volvió a hablar en el Congreso por primera vez desde principios de 2020, cuando brindó su último discurso del Estado de la Unión de su primer mandato, justo antes de que la pandemia del coronavirus paralizara al planeta y hundiera su presidencia. Este martes, Trump regresó al Capitolio –el mismo lugar que fue atacado y vandalizado por sus simpatizantes el 6 de enero de 2021, furiosos por su derrota ante Joe Biden– fortalecido y reivindicado, y tras seis semanas frenéticas de su nuevo gobierno que dejaron un nuevo hito: Trump se convirtió en el presidente que firmó la mayor cantidad de órdenes ejecutivos en el arranque de un gobierno. Sin medias tintas y en un discurso que rompió el récord de duración -duró una hora y cuarenta minutos-, Trump deslizó que su nueva administración era la más exitosa de la historia.
“¡Estados Unidos ha vuelto!”, arrancó Trump. “Hemos logrado más en 43 días de lo que la mayoría de las administraciones lograron en cuatro años, ocho años, y apenas estamos empezando”, continuó.
El arranque del discurso de Trump fue interrumpido en reiteradas oportunidades por el congresista de Texas Al Greene, quien protestó contra las palabras de Trump a los gritos con su bastón en alto, y fue removido de la Cámara de Representantes por orden del presidente, Mike Johnson.
“He firmado casi 100 órdenes ejecutivas y he tomado más de 400 acciones ejecutivas para restaurar el sentido común, la seguridad, el optimismo y la riqueza en toda nuestra maravillosa tierra”, prosiguió Trump. “El pueblo me eligió para hacer el trabajo, y lo estoy haciendo. De hecho, muchos han afirmado que el primer mes de nuestra presidencia, es nuestra presidencia, es el más exitoso en la historia de nuestra nación”, afirmó Trump en su mensaje.
Envalentonados y convencidos de que lideran el mejor gobierno de la historia, Trump, sus asesores más cercanos en la nueva administración y los republicanos apuntan a profundizar el giro a la derecha que imprimió Trump en su retorno a la Casa Blanca.
Con los demócratas desdibujados, incapaces de montar una oposición efectiva, Trump y el resto del oficialismo se preparan para rediseñar el gobierno federal de la mano del trabajo de Elon Musk, asesor todoterreno, figura omnipresente en la órbita presidencial y último abanderado de la “motosierra”, quien estuvo presente en el Congreso en el balcón de la primera dama, Melania Trump. Trump le dedicó al dueño de Tesla y SpaceX un fragmento de discurso, al elogiar sus recortes en el Estado.
“Nuestro país ya no será woke”, definió en otro momento el mandatario.
Pese a los elogios que el gobierno trumpista se ha dedicado a sí mismo, Trump llegó a su presentación ante una sesión conjunta del Congreso en el momento más rupturista de su administración, horas después de que su decisión de implementar aranceles a México, Canadá y China, los tres principales socios comerciales de Estados Unidos, desatara una nueva guerra comercial global que profundizó los temores a una crisis económica, y derrumbó los índices bursátiles, justamente, una de las medidas favoritas de Trump para medir el éxito de su política económica.
“A quienes nos arancelen, nosotros los arancelaremos. Lo que nos impongan en impuestos, nosotros les impondremos en impuestos. Si imponen aranceles no monetarios para mantenernos fuera de su mercado, entonces nosotros imponemos barreras no monetarias para mantenerlos fuera del nuestro. Recibiremos billones de dólares y crearemos empleos como nunca hemos visto”, prometió.
Pese al dolor inmediato, Trump y su equipo económico creen que la arremetida proteccionista puede ayudar a alentar inversiones en Estados Unidos que eleven la producción manufacturera. Además, Trump ha dicho que quiere que México, Canadá y China hagan más para frenar el tráfico de fentanilo. La política de aranceles ha sido denostada por economistas, empresas y por inversores en Wall Street ante el impacto negativo que, se prevé, tendrán sobre los consumidores norteamericanos, que terminarán pagando más de su propio bolsillo justo cuando la inflación, uno de los principales flagelos de la postpandemia, ha comenzado a ceder.
Paradójicamente, Trump dijo que está trabajando para que Estados Unidos sea barato de nuevo.
“Sufrimos la peor inflación en 48 años, pero tal vez incluso en la historia de nuestro país. Como presidente, lucho todos los días para revertir este daño y hacer que Estados Unidos sea barato nuevamente”, remarcó.
El mensaje de Trump tuvo la misma estética de un discurso del Estado de la Unión (SOTU, por las siglas en inglés), pero técnicamente se trató de una sesión especial del Congreso porque Trump dará el primer “SOTU” de su nuevo gobierno recién a principios del año próximo, cuando ya haya cumplido su primer año de mandato. Lo escucharon, además de los congresistas y senadores, su gabinete –salvo el secretario de Asuntos de Veteranos, Doug Collins, elegido el “sobreviviente designado”–, cuatro de los nueve jueces de la Corte Suprema y el Estado Mayor Conjunto.
Trump también se refirió a la crisis de política exterior que acaparó la atención en los últimos días: la guerra en Ucrania. Trump reiteró ampliamente la misma línea que ha marcado: Europa debe invertir más, y Estados Unidos ha gastado demasiado.
“También estoy trabajando incansablemente para poner fin al salvaje conflicto en Ucrania. Millones de ucranianos y rusos han muerto o han resultado heridos innecesariamente en este conflicto horrible y brutal, sin que se vislumbre un final”, dijo el mandatario.
“Estados Unidos ha enviado cientos de miles de millones de dólares para apoyar la defensa de Ucrania. Mientras tanto, Europa lamentablemente ha gastado más dinero en comprar petróleo y gas rusos de lo que ha gastado en defender a Ucrania, ¡con diferencia! Y Biden ha autorizado más dinero en esta lucha de lo que Europa ha gastado”, afirmó.
Hacia el final del discurso, Trump leyó un fragmento de una carta de Zelensky que había recibido más temprano, y que el mandatario ucraniano había compartido en redes sociales. Allí, se decía abierto a “sentarse a la mesa de negociaciones lo antes posible para acercar una paz duradera” y a firmar el acuerdo que le daría a Estados Unidos acceso a los minerales ucranianos.
Trump dijo que apreciaba el mensaje y que también había recibido “fuertes señales” de Rusia de que estaba ansiosa por lograr la paz con Ucrania. “¿No sería hermoso?”, señaló el magnate.
Trump también insistió con sus amenazas de tomar control del Canal de Panamá y de Groenlandia. “Lo necesitamos realmente para la seguridad mundial internacional… y creo que lo vamos a conseguir. De una forma u otra vamos a conseguirlo”, lanzó, sobre la isla, territorio autónomo de Dinamarca.
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