WASHINGTON.- Las acciones del fabricante de vehículos eléctricos Tesla cayeron un 9% en la bolsa de Nueva York este martes, una reacción de los inversores a ventas decepcionantes en Europa y según algunos analistas a la fuerte incursión de su director ejecutivo Elon Musk en la política estadounidense e internacional.
Tesla sigue siendo, por amplio margen, el líder en ventas de vehículos eléctricos en Estados Unidos y, durante años, ha ocupado el primer puesto a nivel mundial ―aunque recientemente ha alternado el liderazgo con la empresa china BYD―. No obstante, el creciente y polémico protagonismo de Musk en el ámbito gubernamental, sumado a su marcado giro hacia la derecha en los últimos años, ha generado una situación atípica para un CEO en ejercicio.
“Parece que los posibles consumidores de vehículos eléctricos de Tesla podrían estar alejándose de la empresa porque no ven con buenos ojos la estrecha relación de Elon Musk con el presidente Trump y las políticas arancelarias de su administración”, dijo Mike O’Rourke, estratega jefe de mercado en Jonestrading, a CBS MoneyWatch.
Aunque las acciones de Tesla se dispararon tras las elecciones estadounidenses de noviembre, impulsadas por la confianza de los inversores en que la cercanía entre Musk y Trump beneficiaría a sus empresas, la tendencia cambió tras la toma de posesión del líder republicano el 20 de enero y la designación del magnate de la tecnología como director del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). Desde entonces, los títulos de la compañía han caído un 17% debido al “visible y percibido impacto negativo” de la relación de Musk con la Casa Blanca, según señaló el analista de Wedbush Securities, Dan Ives, en un informe del 19 de febrero.
La estrecha asociación entre Musk, el hombre más rico del mundo, y su marca refleja tanto las oportunidades como los riesgos de vincular el futuro de una empresa a la figura de un solo líder. Bajo su dirección, Tesla pasó de ser una modesta startup a consolidarse como el mayor fabricante de vehículos eléctricos a nivel global, alcanzando una valoración superior a 1,2 billones de dólares y situándose entre las compañías más valiosas del mundo.
Sin embargo, la reciente caída de las acciones hizo que su capitalización de mercado volviera a ubicarse por debajo del billón de dólares, algo que no ocurría desde noviembre del año pasado.
En Europa, Tesla vendió menos de 10.000 unidades el mes pasado, un 45% menos que el año anterior.
En Alemania en particular, donde Musk ha expresado su apoyo al partido de ultraderecha Alternativa por Alemania (AfD), que promueve políticas nacionalistas y antimigratorias, las ventas cayeron casi un 60% en comparación con enero de 2024, reveló un análisis del Financial Times.
Musk incluso participó de un mitin de campaña de la AfD en enero en la ciudad de Halle, donde manifestó su respaldo al partido ante miles de seguidores, afirmando que representaba “la mejor esperanza para el futuro de Alemania”.
No obstante, los analistas apuntan a otros factores clave que han influido en la caída de las ventas de Tesla en enero, tanto en Alemania como en Francia y otros mercados europeos. En primer lugar, se destaca que muchos consumidores alemanes están aguardando el lanzamiento de una versión mejorada del Modelo Y, lo que ha generado una desaceleración en las compras, ya que prefieren esperar la actualización. Además, otro factor importante es la reducción de las subvenciones gubernamentales en países como Alemania y Francia, lo que ha encarecido los precios de los vehículos eléctricos y ha afectado la decisión de compra de los consumidores.
En este sentido, los compradores de automóviles suelen centrarse principalmente en el precio, las opciones y el valor percibido, en lugar de en factores como la política del CEO, explicó a CNN Ivan Drury, director de análisis en el sitio de compra de autos Edmunds. “Hay una gran parte de la población a la que no le importa la política o que no es lo primero en lo que piensa”, señaló.
Por su parte, la experta en automoción de Axios, Joann Muller, destacó que Tesla ha alcanzado un punto de madurez y ahora enfrenta los mismos desafíos que los fabricantes de automóviles tradicionales. Esto incluye situaciones comunes en la industria, como las caídas en ventas cuando las fábricas se adaptan a nuevos modelos o la pérdida de terreno en un segmento de mercado con la llegada de competidores.
En este contexto, Tesla vivió su primera caída en ventas globales el año pasado, con una disminución del 1% en comparación con 2023. Aunque esta caída no sería alarmante para muchas otras empresas, resulta significativa para Tesla, que había registrado incrementos del 38% y 40% en los dos años anteriores.
De igual manera, Muller ha destacado el impacto de las decisiones y posturas políticas del CEO en un fenómeno inusual: algunos clientes de Tesla han comenzado a colocar calcomanías en sus vehículos con frases como “Anti-Elon Tesla Club”. Esto refleja un creciente descontento, al punto que se han registrado protestas e incluso actos de vandalismo en varios concesionarios de la marca. Estos incidentes han afectado la imagen de Tesla en varias regiones, generando un ambiente de tensión en torno a sus establecimientos.
Un informe de S&P Global Mobility analizó el cambio en el interés por los vehículos de Tesla, segmentando los datos de ventas entre “estados azules” (donde los demócratas ganaron las últimas elecciones) y “estados rojos” (donde los republicanos han sido exitosos). En los estados azules, la tasa de compradores recurrentes de Tesla disminuyó del 72% en el último trimestre de 2023 al 65% en 2024, mientras que en los estados rojos aumentó ligeramente del 47,6% al 48,2%. Esta caída en la fidelidad de los clientes en los estados azules resultó en una pérdida de aproximadamente 1 punto porcentual de participación de mercado, afectando a mercados clave como California.
El analista ejecutivo de iSeeCars.com, Karl Brauer, dijo a Axios que Musk ha alienado a muchos de sus seguidores en el último año, pero también ha “aumentado su visibilidad y popularidad entre muchos estadounidenses que previamente tenían poco o ningún interés en él”.
Además de los desafíos en Estados Unidos y Europa, Tesla enfrenta una fuerte competencia de fabricantes como BYD en China, un mercado clave para los vehículos eléctricos.
Esta semana, la empresa de Musk anunció que empezaría a ofrecer funciones avanzadas de conducción autónoma para sus autos en China, poco después de que BYD informara que introduciría esta tecnología en casi todos sus vehículos.
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