La plegaria con la que empezó la primera reunión de gabinete de Trump con Elon Musk como invitado estrella


WASHINGTON.- La primera reunión de gabinete del nuevo mandatario de Estados Unidos este miércoles inició con una plegaria en la que se agradeció a “Dios por el presidente Trump”. La sorpresa, sin embargo, fue la participación del millonario Elon Musk, sin cargo oficial en el gobierno aunque muy influyente en el armado del presidente en tanto líder de una comisión de reforma de la administración del Estado, conocida como “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE, por sus siglas en inglés).

En la reunión, Musk instó al gabinete a “actuar rápidamente” para reducir el déficit presupuestario federal estadounidense. Aunque los medios locales trascendieron rispideces entre el millonario y el gabinete, el presidente republicano afirmó en redes sociales que los miembros del Ejecutivo están “encantados” con el trabajo del magnate, a quien encomendó personalmente las tareas de reforma.

Durante la reunión, el gobierno de Trump sentó las bases para más despidos a gran escala, y el zar de los recortes Elon Musk prometió que se movería rápidamente para bajar el gasto fiscal. Musk dijo que su objetivo es recortar el presupuesto de 6,7 billones de dólares en un billón este año, un objetivo ambicioso que podría implicar una interrupción significativa de los programas gubernamentales.

La aparición de Musk se dio un día después de que más de 20 funcionarios públicos altamente especializados renunciaran al DOGE, afirmando que se niegan a utilizar su experiencia técnica para “desmantelar servicios públicos indispensables”.

“Juramos servir al pueblo estadounidense y mantener nuestro juramento a la Constitución en las distintas administraciones presidenciales”, escribieron los 21 funcionarios en una carta de renuncia conjunta. “Sin embargo, ha quedado claro que ya no podemos honrar esos compromisos”.

A poco más de un mes de su nuevo mandato, la reunión del miércoles le permitió a Trump mostrar que la mayoría de sus secretarios, incluso los más criticados, fueron confirmados por el Senado sin problemas, más allá de las dudas iniciales y la resistencia demócrata. Tales son los casos de, por ejemplo el secretario de Sanidad, el antivacunas Robert F. Kennedy Junior, o el de Defensa, el expresentador de televisión Pete Hegseth.

Varios nombramientos, no obstante, aún esperan la aprobación del Senado, entre ellos los de la excongresista Lori Chávez-DeRemer como secretaria de Trabajo, y Linda McMahon, que ya formó parte del gabinete del primer mandato de Trump (2017-2021), como secretaria de Educación.

Al día siguiente de la toma de posesión del mandatario, los empleados fueron convocados a una serie de entrevistas. Personas con credenciales de visitantes de la Casa Blanca, algunos de los cuales no dieron sus nombres, interrogaron a los empleados no partidistas sobre sus aptitudes y opiniones políticas, de acuerdo con los funcionarios. A principios de este mes, unos 40 empleados de la oficina fueron despedidos.

“Varios de estos entrevistadores se negaron a identificarse, hicieron preguntas sobre lealtad política, intentaron enfrentar a colegas entre sí y demostraron una capacidad técnica limitada”, escribieron los empleados en su carta. “Este proceso creó importantes riesgos de seguridad”.

El líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental, Elon Musk, habla durante una reunión de gabinete con el presidente de EE.UU., Donald Trump, en la Casa Blanca en Washington, DC, el 26 de febrero de 2025JIM WATSON – AFP

El martes, un tercio del personal a cargo del magnate -una veintena de personas- presentó su dimisión colectiva en señal de protesta, advirtiendo que muchas de las personas reclutadas por Musk para ayudarlo a reducir el tamaño del gobierno federal bajo el gobierno de Trump eran ideólogos políticos que no contaban con las habilidades o la experiencia necesarias para la tarea que tenían por delante.

La renuncia masiva de ingenieros, científicos de datos y gerentes de producto representa un revés temporal para Musk y la purga en la fuerza laboral federal del presidente republicano.

Los empleados que renunciaron trabajaban para lo que alguna vez se conoció como el Servicio Digital de Estados Unidos (USDS, por sus siglas en inglés), una oficina establecida durante el gobierno del expresidente Barack Obama tras el problemático lanzamiento de Healthcare.gov, el portal web que millones de estadounidenses utilizan para inscribirse en planes de seguro a través de la emblemática ley de salud de los demócratas.

Un manifestante sostiene un letrero durante una protesta contra las políticas del presidente estadounidense Donald Trump y el multimillonario Elon Musk en Los Ángeles, el 17 de febrero de 2025Etienne Laurent – FR172066 AP

Todos habían desempeñado funciones de alto nivel en empresas tecnológicas como Google y Amazon, y escribieron en su carta de renuncia que se unieron al gobierno por un sentido del deber hacia el servicio público.

“Estos funcionarios públicos altamente capacitados trabajaban para modernizar la Seguridad Social, los servicios para veteranos, la presentación de impuestos, la atención médica, la ayuda en desastres, la asistencia estudiantil y otros servicios críticos”, se lee en la carta de renuncia. “Su eliminación pone en peligro a millones de estadounidenses que dependen de estos servicios todos los días. La pérdida repentina de su experiencia tecnológica hace que los sistemas críticos y los datos de los estadounidenses estén menos seguros”.

No utilizaremos nuestras habilidades como especialistas en tecnología para poner en riesgo los sistemas gubernamentales fundamentales, exponer los datos sensibles de los estadounidenses o desmantelar servicios públicos críticos”, escribieron. “No prestaremos nuestra experiencia para llevar a cabo o legitimar las acciones de DOGE”.

Elon Musk en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), el jueves pasado, sostiene una motosierra que le obsequió el Presidente Javier MileiJose Luis Magana (AP)

Musk respondió en su red social X que se trataba de “noticias falsas” y señaló que los funcionarios eran “remanentes políticos demócratas” que “habrían sido despedidos si no hubieran renunciado”.

Por su parte, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dio poca importancia a las renuncias masivas en un comunicado.

“Cualquiera que piense que las protestas, las demandas y la guerra judicial van a disuadir al presidente Trump debe haber estado durmiendo bajo una roca por los últimos años”, señaló Leavitt. “El presidente Trump no será disuadido de cumplir las promesas que hizo de hacer que nuestro gobierno federal sea más eficiente y rinda más cuentas a los contribuyentes estadounidenses que trabajan arduamente”.

Agencias AP y AFP

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