Ola de calor en Río de Janeiro: advierten que la térmica alcanzaría niveles superiores a los que el cuerpo soporta
RÍO DE JANEIRO.- Los termómetros están que arden en Brasil, bajo una intensa ola de calor, pero la Región Metropolitana de Río de Janeiro, especialmente la capital, hierve aún más. La receta sofocante combina los mismos factores que “cocinan” la mayor parte del país a altas temperaturas con las peculiaridades locales. El resultado es que, por lo menos hasta el final de la próxima semana, la temperatura en la región carioca alcanzará niveles superiores a los que el cuerpo humano puede soportar sin sentir, como mínimo, malestar, advierten los científicos.
Los meteorólogos alertan incluso que podría batirse un nuevo récord de sensación térmica en Río de Janeiro, con 62,7°C, si se dieran determinadas condiciones. El actual máximo registro en la ciudad es 62,3°C de térmica, que se produjo el 18 de marzo del año pasado, en el barrio de Guaratiba, en la zona oeste de la ciudad (esas mediciones existen desde hace 11 años, según informó el Sistema Alerta Río).
Habitual en los primeros puestos del ranking de las grandes ciudades más calurosas del mundo, Río estará entre las urbes brasileñas con las temperaturas máximas más altas en los próximos días, según las previsiones de los principales servicios meteorológicos. El próximo lunes, por ejemplo, el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) prevé 40°C.
“De hecho, no se sabe del todo por qué hace tanto calor en Río de Janeiro. Es una compleja suma de factores lo que hace que tengamos un calor terrible”, señala Wallace Menezes, profesor de meteorología de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).
Menezes explica que Río es una “isla de calor urbana”, el invernadero formado por el asfalto, las emisiones de vehículos e industrias, y los edificios. Además, influyen aspectos de la geografía, como el relieve. Tanto la capital como la también tórrida Baixada Fluminense están en terrenos bajos, rodeados de montañas. El calor está confinado. Y cuando hay condiciones atmosféricas a gran escala favorables a las altas temperaturas, como el actual sistema de altas presiones, se vuelve horrible, subraya el especialista.
La alta presión, o anticiclón, calienta el aire por compresión. El sistema empuja y comprime el aire hacia abajo y hace que se caliente y se seque en el proceso, impidiendo la formación de nubes. Y el aire seco se calienta aún más rápido con la radiación solar. “Es una suma de factores. Río se convierte en una caldera que hay que estudiar”, subraya Menezes.
Por si fuera poco, Río está al final de la línea de los llamados “ríos voladores” del Amazonas (corrientes de vapor de agua que se originan en la floresta amazónica). El director de operaciones del Centro Nacional de Monitoreo y Alerta de Desastres Naturales (Cemaden), el meteorólogo Marcelo Seluchi, dice que ya llegan al estado desprovistos de gran parte de su humedad, perdida en el camino, pero con el calor amazónico latente. La razón es que hay una relación entre la temperatura y la humedad llamada temperatura potencial equivalente. Si se pierde parte de la humedad, la temperatura sube, indican los expertos.
En la capital carioca se esperan temperaturas diarias de más de 36°C -medidas a la sombra- y una sensación térmica de más de 50°C. Siempre conviene recordar que en la calle, bajo el sol, la temperatura es superior a la que miden las estaciones meteorológicas. Por norma, éstas se sitúan en zonas de sombra durante las horas más calurosas y con sensores situados al menos a 1,5 metros del suelo.
La máxima de 40°C prevista por Inmet para el próximo lunes, con hasta un 80% de humedad, podría suponer unos intolerables 62,7°C de sensación térmica si la máxima coincidiera con un 60% de humedad. Pero ni siquiera hace falta tanto: 39°C con un 50% de humedad sería suficiente para alcanzar los 51,6°C de sensación térmica en Río de Janeiro.
Mucho antes, todo el mundo se siente indispuesto. La tolerancia al calor varía de un individuo a otro. Pero el riesgo, independientemente de la edad y la buena salud, empieza cuando la temperatura del aire supera la del cuerpo humano, 36,5°C, afirma Fábio Gonçalves, profesor de Biometeorología de la Universidad de San Pablo (USP), uno de los mayores expertos brasileños en confort térmico.
Por encima de su propia temperatura, el cuerpo tiene que trabajar más para mantenerse en equilibrio. Con una temperatura de 37°C o más, y más del 70% de humedad, cualquiera puede sufrir problemas de salud, afirma Gonçalves.
También se prevé una humedad elevada en Río, lo que amplifica el malestar térmico porque el sudor no se evapora, llevándose el calor que el cuerpo intenta expulsar. Sin embargo, no hay previsión de lluvia para bajar un poco el termómetro. Seluchi afirma que los modelos descartan la posibilidad de frentes fríos o de una Zona de Convergencia del Atlántico Sur en los próximos diez días.
Río ha vivido un verano sin lluvias. Datos revelados por la investigadora del Cemaden Ana Paula Cunha muestran que, del 1 de enero al 10 de febrero, cerca de la mitad de la capital estatal recibió entre el 33% y el 40% de la precipitación media. Ni siquiera la mitad de lo que debería haber sido.
Además, la lluvia está concentrada. Del 1 de noviembre al 10 de febrero, en la ciudad de Río estuvo 71 días sin llover. Pero fijarse sólo en la media da una imagen engañosa. El porcentaje de lluvia se sitúa entre el 70% y el 80% de la media. Pero la mayoría de los días (71 de 102) fueron secos.
“Podemos deducir que las precipitaciones fueron muy concentradas. Esto favorece las catástrofes por exceso de agua, aunque llueva por debajo de la media”, señala Cunha.
Sólo queda el mar, pero no es refrescante. El océano Atlántico influye mucho en el clima de Río y, en esta época del año, sería de esperar que hiciera mucho más frío que en el continente. Esto ayudaría a generar viento y reducir la temperatura. Pero el Atlántico es muy cálido. La brisa marina es el resultado del contraste entre la temperatura del agua del mar, más fría, y la calidez de la tierra; pero ahora ambas están demasiado calientes, y prácticamente ha desaparecido. No se espera un verdadero alivio hasta marzo.
El municipio de Río se encuentra en nivel de calor 3 (NC3) desde el pasado lunes. Se alcanza ese nivel cuando se registran altos índices de calor (de 36°C a 40°C) y se espera que continúen o aumenten durante al menos tres días consecutivos.
Ana Lucia Azevedo
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