GUAYAQUIL.- Será la segunda vuelta más peleada de la democracia ecuatoriana. El candidato-presidente Daniel Noboa y la correísta Luisa González se enfrentarán de nuevo el 13 de abril en el balotaje de unas presidenciales de infarto tras el empate técnico del domingo.
Con el 94,32% de las actas escrutadas, Noboa mantenía hoy a duras penas una ventaja mínima con el 44,21% de los apoyos, menos de medio punto sobre su rival. González, con el 43,90% de los sufragios, recortaba voto a voto gracias al recuento de actas con irregularidades en la costa, donde tiene amplia mayoría. Y convencida de que acabarán por otorgarle el triunfo parcial, aunque sea por un suspiro.
El presidente rompió su noche de silencio electoral en la mañana de hoy: “Logramos lo que no se veía en años; ganamos en primera vuelta contra todos los partidos del Viejo Ecuador”. Noboa destacó que su Movimiento Acción Democrática Nacional (ADN) se ha convertido en la primera fuerza legislativa, después de un año en clara minoría, durante el cual se nutrió de tránsfugas llegados de otros partidos.
“Hemos vencido; es una gran victoria”, festejó González en la noche, rodeada en Quito por los dirigentes de la Revolución Ciudadana y aclamada desde Europa por su jefe político, Rafael Correa, que vuelve a acariciar la posibilidad de volver a su país por la puerta grande, pese a estar condenado a ocho años de cárcel por corrupción. Correa agitó, una vez más y sin pruebas, el fantasma del fraude, apoyado en el recuento de las actas con inconsistencias: “No nos dejarán ganar, pero ustedes y ellos saben que vencimos”.
El resto del escenario electoral la ubica a González como favorita de cara a la segunda vuelta, aunque sea también por la mínima. Al tanto de que necesita al movimiento indígena Pachakutik para alcanzar el Palacio de Carondelet, la ultracorreísta lanzó un guiño a Leónidas Iza, líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), pese a la enemistad manifiesta que dirigentes de esa organización mantienen con Correa, que los combatió sin miramientos durante su mandato.
Iza alcanzó el 5,27% de los apoyos, cuyo traslado a la candidatura revolucionaria avanzaría un cambio de gobierno. “No vamos a endosar el voto a nadie”, prometió Iza al instante, pese a que su afinidad con Correa es conocida.
El anticorreísmo cuenta con los votantes de Andrea González Nader, antigua compañera de ticket electoral del periodista asesinado Fernando Villavicencio, que quedó en cuarto lugar con el 2,71% de los sufragios.
Y una peculiaridad: el voto nulo, que combina errores y protesta electoral, sumó 700.000 boletas, situándose en tercer lugar por encima del medio millón de Pachakutik.
“El reto de ambos candidatos es ampliar su base electoral por fuera de su voto del domingo. Para González, sin duda, el objetivo es captar la mayor parte del voto de Iza, que de alguna manera podría ser el más afín, aunque hay un segmento de la Conaie muy reticente y contrario a Correa. Buscarán cogobernar si llegan a un acuerdo; la Conaie toma decisiones en grupo y consensuadas”, adelantó el analista político Matías Abad a LA NACION.
En el bando oficialista, “el desafío es mayor, porque Noboa se ha encargado de que todos esos posibles aliados sean sus antagonistas, el Viejo Ecuador. Ahora necesita de ese Viejo Ecuador cuando además tiene que lidiar con el desgaste de dos meses más de gobierno y con el último acoso de la actual Asamblea, con mayoría correísta, para generar distracción”, detalló Abad.
Donde más se nota la polarización que ha cambiado el mapa político ecuatoriano es en la Asamblea Nacional, atomizada y casi ingobernable en las últimas legislaturas. Los primeros avances de resultados confirman que ADN y la Revolución Ciudadana serán mayoritarias en una Cámara casi bipartidista, con apenas presencia del movimiento indígena Pachakutik y del Partido Social Cristiano (PSC), hasta el domingo de poderosas bancadas.
Sobre el mapa nacional de votación se han repetido instantáneas ya conocidas, con Noboa muy fuerte en Quito y en buena parte de la sierra, en total 14 provincias, frente al poderío revolucionario en 10 provincias, incluidas las zonas más castigadas por la violencia y el narcotráfico, precisamente donde más se ha notado la mano dura contra el narco del actual gobernante.
Sin completar todo el recuento, ADN mantiene 2,5% puntos de ventaja en el Parlamento, lo que otorgaría la presidencia ocasional a la madre del presidente, Anabella Azín, que ha sido su cabeza de lista en las elecciones. Otras figuras de peso en el oficialismo están entre los elegidos: los exministros Niels Olsen y Sade Fristchi y la asesora de Noboa, Diana Jácome.
La proyección actual es que ADN obtendría en torno a 67 de los 151 escaños. La principal figura del correísmo es el excanciller Ricardo Patiño, que de esta forma regresa a la primera fila de la política nacional. Y que contará con Xavier Lasso, hermano del expresidente, muy cercano a Correa.
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