Con el aval de Trump, la IBA decidió denunciar al Comité Olímpico Internacional por la participación de deportistas trans en París 2024
En un giro decisivo que reavivó la polémica, Donald Trump cumplió una de las promesas más controvertidas de su campaña: prohibir que mujeres transgénero compitan en deportes femeninos. Esta medida motivó a la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) a presentar una denuncia contra el Comité Olímpico Internacional (COI) por permitir la participación de las boxeadoras Imane Khelif y Lin Yu-ting, ambas ganadoras de la medalla de oro en sus respectivas categorías, en los Juegos Olímpicos de París 2024.
En un principio, la IBA descalificó a las luchadoras argelina y taiwanesa de sus competiciones por considerar que no habían pasado las pruebas de elegibilidad de género. Sin embargo, el COI tomó la decisión de admitirlas en los Juegos porque «nacieron mujeres, tenían pasaporte como mujeres y siempre habían competido como mujeres». Además, el organismo internacional cuestionó duramente las pruebas realizadas por la IBA y calificó el proceso como «defectuoso».
Durante Paris 2024, estalló la polémica tras el triunfo por nocaut técnico de la boxeadora Imane Khelif contra la italiana Angela Carini, quien abandonó a los 42 segundos del combate. Las miradas se volcaron hacia la argelina y su género, ya que muchos la señalaron erróneamente como una deportista trans. La confusión creció tan rápido que el (COI) se vio obligado a intervenir y aclarar la situación. Lo mismo ocurrió con la boxeadora china Lin Yu-Ting. Fue una batalla más allá del ring.
«Cada persona tiene el derecho de practicar deporte sin discriminación», así comenzaba el comunicado del máximo organismo internacional frente a las críticas en plenas olimpiadas sobre la participación de estas dos atletas. El COI explicó que las boxeadoras nacieron mujeres y que siempre compitieron como mujeres». Luego, se determinó que las boxeadoras padecen hiperandrogenismo, una condición biológica que le provoca un alto nivel de testosterona.
El conflicto se avivó aún más cuando ambas boxeadoras ganaron las medallas de oro: Khelif, en peso wélter, y Lin Yu-ting, en peso pluma. Sin embargo, lejos de olvidar lo sucedido, la IBA, impulsada por la medida de Trump, decidió llevar la disputa al siguiente nivel: «La IBA va a presentar una querella oficial ante el Fiscal General de Suiza, Stefan Blätter, en relación con las acciones del COI que facilitaron la participación de estas deportistas no elegibles en el torneo olímpico de boxeo de 2024 en París», informó este lunes.
Es que el organismo presidido por el ruso Umar Kremlev y suspendido por el COI por múltiples irregularidades financieras y deportivas se mantiene firme en su postura. «Según la legislación suiza, cualquier acción u omisión que suponga un riesgo para la seguridad de los participantes en la competición justifica una investigación y puede servir de base para un proceso penal. Además, se presentarán denuncias similares ante los fiscales generales de Francia y Estados Unidos», agregó el IBA.
La orden ejecutiva dictada la semana pasada por el presidente de Estados Unidos dejó en claro que el deporte femenino será solo para mujeres. «No permitiremos que los hombres las golpeen, las lesionen y hagan trampas contra nuestras mujeres y nuestras niñas», declaró Trump. Para la IBA, esta decisión de excluir a las mujeres trans de las competiciones femeninas es una «prueba de que actuó de forma firme, protegiendo a las boxeadoras de una competencia injusta».
A su vez, Kremlev animó a las boxeadoras que se consideraron perjudicadas por la decisión del COI durante los Juegos Olímpicos a iniciar acciones legales contra su presidente, Thomas Bach, su director deportivo, Kit McConnell, y sus respectivos equipos e incluso, se ofreció a pagar los gastos legales.
«Esto es una clara violación de los derechos humanos, un ultraje a las boxeadoras, y simplemente un crimen que debe ser castigado en consecuencia. En mi opinión personal, Thomas Bach debería asumir toda la responsabilidad por esto, ya que estaba al mando cuando ocurrió, y tiene que compensar los daños causados, si el tribunal o cualquier otra instancia así lo dictamina», señaló Kremlev. La controversia se profundiza, y la batalla legal está por comenzar.
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