El fútbol argentino ya es el reino de la desconfianza: polémicas y quejas a granel y la guardia alta constante
Problemático y febril, este fútbol cambalache parece una interpretación de Discépolo. Y todos sus protagonistas, desde los jugadores y los dirigentes hasta los técnicos y los hinchas, recurren a parte de su estribillo. Entonces, como el que no llora, no mama, viven con la guardia alta. Y si el que no afana es un gil, fluye la viveza. Por eso en la noche del sábado, las quejas de Boca se centraron en el saque de costado que Gastón Martirena hizo unos metros más adelante. Una pequeña trampa que Yael Falcón Pérez dejó pasar. Y que despertó la bronca azul y oro, con Raúl Cascini a la cabeza, independientemente de la triste imagen que dejó el equipo de Fernando Gago en su vuelta al Cilindro.
Eso sí, nada dijo Cascini, hoy miembro del Consejo de Fútbol que conduce Juan Román Riquelme, de otras jugadas en las que Boca se vio favorecido en el pasado. Por ejemplo, en el clásico que se disputó el 29 de abril de 2023 en la Bombonera, cuando debieron ser expulsados Valentín Barco y Marcos Rojo y Andrés Merlos hizo la vista gorda. El ex mediocampista no fue el único que alzó la voz en la cuarta fecha. Hubo polémicas en Aldosivi-Barracas Central, Central Córdoba-Newell’s, Banfield-Belgrano y Riestra-Defensa y Justicia. También, en River-Independiente, donde Sebastián Driussi metió un planchazo sobre su tocayo Valdez que ameritó la tarjeta roja para todos con la excepción de Leandro Rey Hilfer.
“Vos me preguntas de arbitraje, yo creo y veo lo mismo que ustedes. ¿Se acuerdan ustedes de la mano de Jonathan Gómez en esta cancha? La vio el país. Después el árbitro en un momento cuando lo agarramos en un viaje nos reconoció que había sido penal, mirá vos”, disparó Cascini en la zona mixta. La referencia tenía que ver con el partido que empataron 0 a 0 el 14 de agosto de 2022. Entonces, el volante arrastró la pelota con su brazo y Fernando Rapallini no cobró penal. La jugada podría haber tenido un final abierto en el VAR, ya que Sebastián Villa se lanzó con la plancha.
Lo cierto es que Cascini, enojado, continuó con su arremetida mediática: “Parece que cada vez que venimos a esta cancha nos roban, la palabra es esa. Debe tener buena relación Racing con la AFA. No sé qué más decirte. La de Martirena es expulsión”. Es verdad, el uruguayo estaba amonestado por una dura patada sobre Marcelo Saracchi, a los 35 minutos del primer tiempo, y debió ver la segunda amarilla en el complemento, cuando volvió a bajar de atrás a su compatriota. Falcón Pérez la dejó pasar y Gustavo Costas, ni lerdo ni perezoso, lo reemplazó un ratito después.
“El árbitro se equivoca, otra vez más en contra de nosotros. Lo que más duele es que cada vez que estamos en la cancha de Boca miran todas las jugadas para ver qué nos anulan. Muchachos, ya estamos cansados de todo esto. Miren que nosotros no hablamos nunca. Tratamos de mantener un perfil bajo y nada más. Pero esto ya es demasiado”, enfatizó uno de los ladero de Riquelme.
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