El exministro de Economía, Domingo Cavallo, opinó que el desembolso inicial que pueda hacer el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco de un nuevo programa no significaría un aumento de las reservas netas como el que se necesita para poder eliminar el cepo cambiario y propuso otros cuatro mecanismos.
En un nuevo posteo en su blog personal, Cavallo se refirió a la herencia que recibió el gobierno de Javier Milei en materia económica y, más allá de la inflación, apuntó al “peligroso nivel de reservas externas netas negativas”.
Según el exministro, una cuestión que se debate fuera del Gobierno entre analistas económicos e instituciones financieras del país y del exterior, y que “seguramente se debe estar debatiendo también dentro del Gobierno y en las negociaciones con el FMI”, es cómo conseguir que a lo largo de 2025 se logre pasar a un nivel positivo de reservas externas netas.
En este sentido, dijo que las reservas externas netas no se pueden conseguir con endeudamiento externo del Banco Central. La única forma de aumentarlas es generando superávit de la balanza de pagos, sea por superávit de la cuenta corriente o de la cuenta capital por arriba del déficit de la cuenta corriente.
“Todas las especulaciones que se hacen sobre cuánto puede ser el desembolso up front que el FMI pueda hacer por arriba de los pagos por capital e intereses que el Banco Central tiene comprometidos con aquella institución son relevantes en relación con el significado de apoyo a la gestión económica del Gobierno, pero no significarán tampoco un aumento de las reservas netas como el que se necesita para poder eliminar el cepo cambiario”, afirmó.
En esta línea, propuso otros cuatro mecanismos que podrían ser eficaces, según su visión: la eliminación del dólar blend para las exportaciones, de tal forma que el 100% de los ingresos por exportaciones sean vendidos al Banco Central; el aumento de los incentivos fiscales a las exportaciones, es decir una acentuación del proceso ya iniciado de reducción de las retenciones a las exportaciones agropecuarias y de las economías regionales; el aumento de los reembolsos de impuestos internos a la exportación de manufacturas; y disponer que el pago de servicios turísticos y las importaciones de bienes de consumo final considerados no esenciales se deban pagar por el contado con liquidación y no requieran divisas del Banco Central.
Como consecuencia, reconoció que la brecha entre el tipo de cambio CCL y el oficial administrado por el crawling peg tenderá a aumentar, a causa de que ya no entrarán en ese mercado el 20% de los ingresos por exportaciones y aumentará la demanda para pagos de las importaciones no esenciales. Para compensarlo propuso: “Se debería permitir que los capitales destinados a financiar inversiones extranjeras directas puedan ser ingresados a través del mercado CCL o del mercado libre que lo reemplace”.
Por último, Cavallo dijo que el clima de estabilidad que se logró instalar a comienzos de este año se mantendrá hasta las elecciones, porque aun cuando una brecha cambiaria que se resiste a bajar obligara al Gobierno a aumentar el ritmo del crawl para desalentar la idea de que habrá un gran salto cambiario posterior a las elecciones, “la verdadera ancla nominal de una economía que ya ha derrotado a la inercia inflacionaria es el ajuste fiscal y no el tipo de cambio”.
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