El Papa disolvió el poderoso Sodalicio de laicos en Perú por abusos sexuales, segundo escándalo tras el caso del cardenal Cipriani


Otro escándalo mayúsculo acaba de estallar en la Iglesia Católica después de que el Papa disolviera la poderosa organización laica peruana Sodalicio de Vida Cristiana, cuyo fundador en 1971 Luis Fernando Figari, no aparece. Una versión periodística afirma que el teólogo está escondido en “un lugar de culto” en Italia. El Sodalicio es acusado de haberse convertido en una secta donde se practicaban abusos sexuales y psicológicos.

El caso, que era investigado desde hace años por el Vaticano, ha estallado casi al mismo tiempo que el del cardenal Juan Luis Cipriani, ex arzobispo de Lima, que fue obligado por el Vaticano en 2019 a renunciar a su sede y exiliarse en Roma y Madrid. Cipriani negó siempre, hasta hoy, haber cometido abusos.

En este caso el cardenal Cipriani fue acusado de abuso sexual de un menor en 1983, que hoy ha cumplido más de 50 años. El caso permaneció totalmente ocultado por la iglesia hasta que el cardenal viajó a Lima en enero para recibir un homenaje y el diario El País publicó toda la historia, haciendo estallar el escándalo.

Las polémicas han alarmado el año nuevo entre los católicos peruanos. Tanto que el actual arzobispo de Lima, cardenal Carlos Castillo, pidió “entrar en razón a las personas e instituciones” que «se niegan a reconocer la verdad de los hechos y las decisiones de la Santa Sede” en los dos casos, sobre todo denuncias de abusos sexuales cometidas en organizaciones de la Iglesia Católica peruana.

La semana pasada, el Vaticano confirmó que siguen vigentes las sanciones disciplinarias al cardenal Juan Luis Cipriani por abusos sexuales, que el acusado negó haber cometido y denunció como “totalmente falsos”.

En el medio de la tormenta, el nuevo cardenal arzobispo de Lima, cardenal Castillo, afirmó que reconoce y valora la “enorme y esforzada labor que la Santa Sede y en particular el santo padre Francisco, ha venido y viene realizando para prevenir y sancionar los delitos de abuso de conciencia, espiritual, sexual y de poder, dentro de la Iglesia”.

El cardenal Juan Luis Cipriani. Foto Creative Commons

El Sodalicio de Vida Cristriana fue fundado en Perú por el teólogo Luis Fernando Figari en 1971. Creció rápidamente y en 1997 San Juan Pablo II lo aprobó como ente de derecho pontificio. Su prestigio era firme entre los sectores conservadores que enfrentaban el crecimiento de la teología de la liberación y otras variantes.

Con el tiempo también crecieron los rumores de prácticas “non sonctas” por parte de personajes del Sodaflicio pese a la oposición inicial de varios cardenales, entre ellos el purpurado peruano Pietro Barreto.

El proceso interno se fue desarrollando con lentirud. En julio de 2023 el Papa, convencido de que el Sodalicio se había transformado en una secta, envió dos inspectores duchos en las investigaciones especiales de este tipo de casos.

Francisco expulsó al fundador Luis Fernando Figari. Influyeron también los periodistas peruanos Pedro Salinas y Paola Ugaz, junto con la norteamericana Elise Ann Allen, a los que el pontífice apoyó tras leer sus denuncias y que habían recibido presiones “desde adentro”.

En enero de 2019 el Vaticano anunció la intervención del Sodalicio después que la fiscalía peruana pidió la prisión preventiva para varios miembros y ex miembros de la organización, entre ellos Figari.

Un informe concluyó que al menos 36 personas, 19 de ellas menores, fueron presuntamente victimas de abusos sexuales entre 1975 y 2002.

Los miembros del grupo apostólico se reunieron en enero en la ciudad brasileña de Aparecida. Expresaron “con dolor y arrepentimiento” su pedido de perdón a todas las personas afectadas “por los diversos abusos ocurridos en su historia”,

Dijeron que también que habían recibido la comunicación del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica que con aprobación específica del Papa Francisco”, había decidido suprimir el Sodalicio de Vida Cristiana.

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