The Economist dedicó otra tapa a Milei: por qué lo ve como ejemplo de desregulación para Trump y Modi

El semanario británico The Economist volvió a dedicarle su portada al presidente argentino Javier Milei, esta vez en el marco de un análisis sobre la desregulación a nivel mundial. Bajo el título “The revolt against regulation”, la publicación incluyó a Milei junto con el expresidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro indio Narendra Modi como líderes que impulsan una reducción drástica de regulaciones estatales. En su artículo principal, el medio británico afirmó que “Milei ha empuñado una motosierra contra las regulaciones argentinas” y lo presentó como un modelo de desregulación que otros mandatarios podrían seguir.

No es la primera vez que The Economist pone a Milei en su tapa. En noviembre de 2023, pocos días antes del balotaje que lo llevó a la presidencia, el semanario publicó una portada con su imagen y la frase “Mi desprecio por el Estado es infinito. Lo que Javier Milei puede enseñar a Donald Trump”. En aquella ocasión, el artículo argumentó que el líder libertario argentino representaba un fenómeno político con similitudes al trumpismo, pero con un enfoque más radical en términos de reducción del Estado.

En su última edición, The Economist identificó una tendencia internacional hacia la desregulación y ubicó a Milei como uno de sus principales exponentes. “Desde Buenos Aires y Delhi hasta Bruselas y Londres, los políticos han prometido recortar la maraña burocrática que asfixia a la economía”, señaló el artículo. El medio británico mencionó a Trump, Modi y la ministra de Finanzas británica Rachel Reeves como parte de esta corriente de reformas que buscan simplificar las normativas y reducir la intervención estatal en diversas áreas.

El texto advirtió que, si se implementa correctamente, “la revolución contra la burocracia podría traer mayor libertad, un crecimiento económico más rápido, precios más bajos y nuevas tecnologías”. Como ejemplo, citó la reciente desregulación en Argentina, asegurando que “bajo Milei, Argentina está creciendo nuevamente; la desregulación ha reducido los precios de algunas importaciones hasta en un 35%”.

Sin embargo, The Economist también destacó los riesgos de una eliminación indiscriminada de regulaciones. “Trump corre el riesgo de darle mala fama a la desregulación”, advirtió el artículo, señalando que su enfoque de “demoler funciones esenciales del gobierno antes de restablecer las que le gustan” podría generar un impacto negativo tanto en la sociedad como en la economía.

El semanario británico argumentó que el problema de la sobrerregulación afecta a diversas economías en el mundo y que, en muchos casos, obstaculiza el desarrollo económico. Según el artículo, “los estadounidenses dedican un total de 12.000 millones de horas al año a cumplir con regulaciones federales, incluyendo aquellas sobre comercialización de miel y estándares de inflamabilidad de pijamas infantiles”. También citó el caso de la Unión Europea, donde “en los últimos cinco años, el Parlamento Europeo ha promulgado más del doble de leyes que Estados Unidos”.

En el Reino Unido, según The Economist, las normativas medioambientales han elevado los costos y demorado la construcción de infraestructura. “Las reglas bien intencionadas que protegen a murciélagos, tritones y hongos raros contribuyen a obstruir, retrasar y encarecer las obras”, afirmó la publicación.

El artículo sostuvo que el aumento de regulaciones responde a múltiples factores, como la evolución de la tecnología y la presión de grupos de interés. “El ascenso de internet significa que los países necesitan códigos para proteger a las personas de estafas en línea; el calentamiento global exige reglas para limitar las emisiones de carbono”, señaló el texto. Además, explicó que después de la crisis financiera global, la confianza en el mercado libre disminuyó, lo que llevó a un mayor respaldo a la regulación estatal.

Sin embargo, el semanario enfatizó que la sobrecarga de normas tiene costos significativos. “En gran parte del mundo desarrollado, construir cualquier cosa se ha vuelto una tarea desalentadora, lo que mantiene altos los precios de las viviendas”, aseguró el artículo. También mencionó que “los proyectos viales enfrentan sobrecostos y retrasos debido a interminables revisiones judiciales”, y que “las propuestas para extraer minerales en Estados Unidos, incluso aquellos necesarios para la transición energética, pasan casi una década en un infierno de permisos”.

Los desafíos de la desregulación

En cuanto a Milei, el semanario destacó que su equipo “llegó al poder después de haber pasado 18 meses estudiando cómo extraer al gobierno de áreas en las que no debía estar”. También elogió la rapidez con la que se implementaron las primeras medidas de desregulación en Argentina.

Sin embargo, el artículo advirtió que el proceso no está exento de obstáculos. “El desafío es cómo ser audaz sin ser imprudente”, señaló. En el caso de Trump, The Economist sostuvo que “si su equipo persiste en recortar indiscriminadamente el Estado, despidiendo trabajadores y congelando préstamos y subvenciones federales con la creencia de que esto liberará la economía, estará cometiendo un grave error”.

El semanario también identificó el riesgo opuesto: la falta de ambición en las reformas. “El peligro en Europa es la timidez”, afirmó el artículo, destacando que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que “la mitad de todas las reformas en electricidad y mercado laboral para trabajadores mayores en el mundo desarrollado durante los últimos 30 años nunca se implementaron”.

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