suspendieron el despegue de un avión por presentar fuego en una de sus alas
Una nueva situación de tensión extrema se generó este domingo en relación con un vuelo en Estados Unidos, aunque afortunadamente en esta ocasión, a diferencia de lo que sucedió hace menos de una semana en Washington y Philadelphia, no hubo que contabilizar víctimas fatales.
Sucedió poco después de las 8:30 de la mañana en el Aeropuerto Intercontinental George Bush de Houston, cuando el vuelo 1382 de United Airlines debía despegar hacia la ciudad de Nueva York.
En ese momento, según informó la Administración Federal de Aviación (FAA) a través de un comunicado, la aeronave fue detenida mientras estaba en la pista tras detectar un problema en un motor durante el despegue que generó humo y fuego en el ala derecha. Por esa razón, esa maniobra que intentaba realizar el Airbus A319 quedó suspendida, de acuerdo al mismo comunicado.
Ante esa situación, los pasajeros fueron evacuados mediante toboganes y escaleras, y trasladados en autobús de vuelta a la terminal, sin contar heridos.
Un video obtenido por una pasajera que se viralizó en las redes mostraba llamas y humo que salían del ala mientras el avión se encontraba en la pista.
El vuelo llevaba 104 pasajeros y cinco tripulantes, e iba a viajar al Aeropuerto LaGuardia de Nueva York, informó United Airlines en un comunicado.
“Los pasajeros desembarcaron en la pista mediante una combinación de toboganes y escaleras, y fueron trasladados en autobús a la terminal”, señaló la aerolínea.
Y completó: “Organizamos una aeronave diferente para llevar a los clientes a su destino a las 2:00 de la tarde tiempo del centro”.
Si bien la FAA indicó que investigaría el incidente, la preocupación sobre la seguridad de los vuelos en Estados Unidos es elevada después de dos choques aéreos recientes este año, que resultaron letales.
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Menos de una semana después de la tragedia aérea en Washington en la que se registraron 67 muertos, un nuevo episodio alteró las operaciones del aeropuerto de Houston.
El pasado miércoles por la noche, un avión comercial de American Airlines que llevaba 60 pasajeros y cuatro tripulantes chocó en el aire en Washington contra un helicóptero del Ejército en el que iban tres soldados. No hubo sobrevivientes.
Un argentino y su hijo, nacido en Chile pero criado en una familia de argentinos, estuvieron entre las víctimas fatales de ese incidente.
En tanto, el viernes, un avión médico con seis personas a bordo, todos de nacionalidad mexicana, se estrelló y provocó un incendio en una zona urbana de la ciudad de Filadelfia, en el este de Estados Unidos, causando una explosión en la que tampoco hubo sobrevivientes.
Otra persona murió dentro de un automóvil, cuando los escombros del avión se estallaron en el barrio, dañando hogares cercanos.
La aeronave bimotor con matrícula mexicana, un Learjet 55 que era utilizada para el traslado de pacientes, cayó apenas unos segundos después de despegar del aeropuerto de Filadelfia rumbo a Springfield, Missouri (centro), informó en un comunicado la Administración Federal de Aviación (FAA). Desapareció del radar luego de alcanzar una altitud de sólo 487 metros.
En el avión se trasladaban una niña que había recibido atención médica en Estados Unidos, su madre, dos médicos y dos pilotos.
Después de esos dos episodios, sumado a otros accidentes menores en los últimos años, la seguridad aérea en Estados Unidos fue puesta una vez más en el ojo de la tormenta de las autoridades, con el propio presidente Donald Trump criticando a la entidad de transporte nacional.
Con información de agencias.
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