Trump pasa la motosierra y suspende toda la asistencia financiera del gobierno federal


WASHINGTON.- Una semana después de volver a asumir la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump pasa la motosierra. Sin ningún anuncio oficial de la Casa Blanca, la nueva administración ordenó el congelamiento de “toda la asistencia financiera federal”, una movida que generó perplejidad, caos y confusión y desató la furia de los demócratas, y que apunta a hacer borrón y cuenta nueva para rediseñar el alcance y el impacto del gobierno norteamericano en la vida de millones de personas. La decisión traspasó las fronteras del país al alcanzar también a los programas de asistencia humanitaria, críticos para muchas naciones en desarrollo y regiones en conflicto, como Ucrania o la Franja de Gaza.

La medida fue temporalmente bloqueada este martes minutos antes de su entrada en vigor por una jueza de distrito de Washington, Loren Alikhan, tras un recurso presentado por una ONG y estados demócratas. El congelamiento fue suspendido hasta el próximo lunes, 3 de febrero.

Según la agencia Bloomberg, la orden de Alikan solo se aplica a los fondos que las agencias federales ya han otorgado y no impediría que la administración Trump detenga cualquier nueva subvención de dinero.

El draconiano ajuste, ordenado en un memo de la Oficina de Administración y Presupuesto que se filtró a la prensa, alcanza a programas, incluidas subvenciones y préstamos, que suman más de tres billones de dólares, y que ahora quedaron “temporalmente en pausa” hasta tanto la nueva administración revise todas las ayudas para garantizar que están alineadas con la visión y las políticas de Trump.

Donald Trump, en una conferencia de prensa en el Trump National Golf Club Los Angeles, en Rancho Palos Verdes, California. (MARIO TAMA / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP)MARIO TAMA – GETTY IMAGES NORTH AMERICA

El memo indica que cada agencia federal debe “completar un análisis exhaustivo de todos sus programas de asistencia financiera federal para identificar programas, proyectos y actividades que puedan verse afectados por cualquiera de las órdenes ejecutivas del presidente”. Mientras tanto, y en la medida en que lo permita la ley, “las agencias federales deben suspender temporalmente todas las actividades relacionadas con la obligación o el desembolso de toda la asistencia financiera federal”.

Este domingo, el Departamento de Estado había informado que el secretario de Estado, Marco Rubio, ya había suspendido toda la asistencia al exterior de Estados Unidos a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, según sus siglas en ingés) para su revisión. Rubio “está iniciando una revisión de todos los programas de asistencia exterior para garantizar que sean eficientes y coherentes con la política exterior estadounidense en el marco de la agenda Estados Unidos Primero”, indicó el comunicado.

El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio.Getty Images

La agencia Usaid tiene un presupuesto de más de 40.000 millones de dólares, de los cuales más de 10.000 millones están destinados a ayuda humanitaria, incluida la asistencia a emergencias en Sudán, Afganistán, Haití o la Franja de Gaza. Funcionarios norteamericanos pidieron una excepción de 90 días para la asistencia a Ucrania, según documentos obtenidos por el diario Financial Times.

A la par del congelamiento de gastos, Trump ordenó la suspensión de docenas de funcionarios de carrera de la agencia, según informó el sitio Politico. La orden, emitida este lunes por la noche, parece afectar a alrededor de 60 empleados de la agencia, casi todos los funcionarios de carrera que ocupan un alto puesto de liderazgo, al menos en Washington.

La abrupta decisión de Trump puso en marcha un hachazo sin precedentes en el gasto del gobierno federal norteamericano, y es por lejos la movida con mayores ramificaciones de la nueva administración, una decisión que puede llegar a tocar virtualmente la vida de millones de norteamericanos que reciben algún tipo de asistencia del gobierno federal, además del resto de personas en todo el mundo. Usaid trabaja en más de 100 países en los cinco continentes.

La decisión sembró confusión por la manera abrupta en la cual fue implementada, y la falta de detalles acerca de qué programas quedaron en pie y cuáles quedaron congelados.

La vocera presidencia, Karoline Leavitt, aclaró en su primera conferencia de prensa en la Casa Blanca que la decisión de poner en pausa la asistencia federal no impactaría a programas como Medicare o Medicaid, que proveen servicios de salud a millones de ancianos y personas de bajos ingresos, o la Seguridad Social, y tampoco a programas de asistencia alimentaria.

Leavitt dijo que el congelamiento no era una “una pausa general” y que la asistencia destinada de manera directa al pueblo estadounidense “no se verá afectada”. Sin embargo, un apagón en el portal de Medicaid, un programa que utilizan más de 70 millones de personas de bajos ingresos en el país, desató pánico ante el temor de que el hachazo hubiera alcanzado también a esos planes. Leavitt dijo luego en X que “ningún pago está siendo afectado y están siendo procesados”.

“Y quiero dejar esto muy claro para cualquier estadounidense que esté mirando desde casa, que pueda estar un poco confundido acerca de algunos de los medios que informan sobre esta administración, si está recibiendo asistencia individual del gobierno federal, seguirá recibiendo esa asistencia”, dijo Leavitt.

La vocera cargó también contra la ayuda internacional, al indicar que había un pago de 37 millones de dólares a punto de salir a la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que Trump sacó a Estados Unidos, y que también se había descubierto otro pago de alrededor de “50 millones de dólares de los contribuyentes que se habían ido a la basura para financiar condones en Gaza, un ”desperdicio absurdo», indicó, del dinero de los contribuyentes.

“El presidente Trump hundió al país en caos”, fustigó el senador demócrata Chuck Schumer, líder de los demócratas en el Senado, en una conferencia de prensa en el Capitolio.

“Es una daga al corazón de la familia norteamericana promedio en estados rojos, azules, en ciudades, en suburbios, en zonas rurales. Es indignante”, completó.

En varios posteos en X, Schumer dijo además que el Congreso ya aprobó estos desembolsos y que son “la ley”, e indicó que la decisión de Trump es ilegal. Además, puso en duda que el congelamiento sea temporal. “Nadie debería creer eso”, afirmó.

El senador Bernie Sanders, referente de la izquierda, dijo que la decisión de Trump era un nuevo paso al autoritarismo.

“La medida que adoptó anoche la administración Trump de suspender todas las subvenciones y préstamos federales tendrá un impacto devastador en la salud y el bienestar de millones de niños, personas mayores con ingresos fijos y las personas más vulnerables de nuestro país”, dijo Sanders. “Es una peligrosa maniobra hacia el autoritarismo y es manifiestamente inconstitucional”, afirmó.

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