Lo llaman «la calculadora humana» y reveló su secreto para resolver cuentas imposibles en segundosPor Maximiliano Fernández
Scott Flansburg ya era conocido como “The Human Calculator” -o La calculadora humana- cuando tuvo que enfrentar uno de los ejercicios más desafiantes de su carrera. Lo hizo frente a millones de televidentes y un auditorio colmado. Alguien del público le pidió resolver en vivo la multiplicación de dos números de ocho dígitos. Con las luces del estudio encima de su rostro y las miradas expectantes, Flansburg se tomó unos segundos para visualizar la operación en su cabeza. Dice que sintió la presión, pero pudo aclarar su mente y, en cuestión de segundos, dio la respuesta correcta. Era un número interminable.
No fue la única vez que lidió con una multiplicación de ocho cifras. Cuando asistió a la Copa del Mundo de Cálculo Mental en 2008 en Alemania, ese ejercicio era uno de los récords en disputa. Utilizó la técnica de “multiplicación cruzada de derecha a izquierda” que describe en su libro Math Magic. Sin embargo, se dio cuenta de que sus rivales habían practicado mucho más que él. Los observó y aprendió de ellos.
Uno de los participantes que más llamó su atención fue el alemán Jan van Koningsveld. Llevaba anteojos de sol con cristales parcialmente cubiertos, lo que le permitía centrarse solo en lo que tenía delante, sin distracciones a su alrededor. También usaba auriculares con cancelación de ruido para bloquear los sonidos externos. “¡Verlo a él y a otros actuar fue una experiencia inspiradora!”, recordó Flansburg en diálogo con Infobae.
Los episodios que relata no ocurrieron por casualidad. Fueron el resultado de décadas de fascinación por los números. La historia del neoyorquino Scott Flansburg, hoy de 61 años, con las matemáticas comenzó a sus nueve años, cuando descubrió que podía resolver problemas de cálculo más rápido que cualquier otra persona en la escuela, que cualquier compañero e incluso cualquier profesor. “Si bien creo que parte de mi talento es innato, la mayor parte proviene de años de curiosidad, práctica y una profunda obsesión por los números”, señaló.
Desde entonces, los números se convirtieron en su pasión y en el centro de su vida profesional. Su habilidad extraordinaria lo llevó a ser reconocido por el Libro Guinness de los Récords como la persona más rápida en realizar distintas operaciones matemáticas.
A lo largo de los años, Flansburg dedicó su vida a promover el amor por las matemáticas, una materia siempre resistida por los alumnos. Su trabajo lo llevó a viajar por el mundo, a dar charlas motivacionales y demostrar en público su talento como si fuera un mago. Ya a partir de los ‘90, empezó a frecuentar programas de televisión, a deslumbrar a la audiencia con su rapidez mental.
En sus palabras, “los números no son enemigos, son aliados; entenderlos cambia la forma en que ves el mundo”. Con ese enfoque, trabajó para transformar la percepción de las matemáticas. Incluso llegó a crear el Día Mundial de las Matemáticas, una iniciativa global que busca unir personas de distintas nacionalidades en torno al poder de los números. Es un evento anual que incluye competencias, actividades educativas y charlas sobre la importancia de la materia en la vida diaria.
Flansburg está convencido de que cualquiera, sin importar su nivel, puede aprender a disfrutar de los números si se los presentan de la manera correcta, de un modo accesible y divertido. La habilidad de Flansburg para procesar cálculos complejos está atada a su capacidad para visualizar números. Con el tiempo, le dio forma a un método que llevaba años en su cabeza. Una matriz que le permite encontrar soluciones rápidas -y acertadas- a ejercicios de enorme dificultad.
Los números resultan intimidantes para muchos. Memorizar tablas, realizar cálculos largos o enfrentarse a problemas abstractos suelen alejar a los estudiantes de las matemáticas. Pero, ¿y si existiera un enfoque que simplificara y, al mismo tiempo, permitiera una conexión más intuitiva con los números? Con ese objetivo, Flansburg propuso su “matriz de cálculo mental”.
Los números y su utilidad en la vida diaria
La matriz de cálculo mental que desarrolló Flansburg tiene una estructura simple pero reveladora. Se trata de una cuadrícula de 10×10 que contiene los números del 00 al 99. A primera vista, puede parecer una simple secuencia de números, pero cuando se explora con detenimiento, aparecen patrones ocultos.
Uno de los patrones más curiosos que encontró es el que llama “modulación”. “Elija cualquier número mayor que 9, sume los dígitos y reste ese total del número original. El resultado siempre será 9″, afirmó. Este patrón, que descubrió justo antes del inicio de los 2000, se convirtió en la semilla de su método.
“La visualización mental es fundamental para mi proceso. Veo los números como una matriz o cuadrícula en mi mente y me ‘muevo’ a través de ellos para encontrar soluciones”, comentó Flansburg. Su capacidad de navegar a través de las cifras es central en su enfoque y hace que las matemáticas resulten más sencillas.
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