Caputo se bajó de un viaje clave para reunirse con el FMI, que ya comenzó una misión en el país

Una misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegó ayer al país para avanzar con la puesta en marcha de un nuevo programa entre el organismo y la Argentina que conduzca a la llegada de fondos frescos para fortalecer las reservas del Banco Central (BCRA) y avanzar con la quita de los controles cambiarios.

La Argentina le debe al FMI alrededor de US$43.000 millones, que las autoridades locales buscarán refinanciar con la firma de un nuevo programa de facilidades extendidas (EFF, por sus siglas en inglés). El objetivo oficial es que el acuerdo esté cerrado antes del primer cuatrimestre del año.

El ministro de Economía, Luis Caputo, también llegó al país después de acompañar al presidente Javier Milei en la ceremonia de asunción de Donald Trump en Estados Unidos. A diferencia del año pasado, Caputo no viajó con el Presidente a Davos, el foro económico que reúne cada enero en Suiza a los ejecutivos de las empresas multinacionales más grandes del mundo. El regreso del ministro está vinculado a la presencia de la misión técnica del FMI en la Argentina.

“Ya en Buenos Aires. Excelente el viaje a Washington. No pude acompañar al Presidente a Davos porque serán tres días de mucho trabajo entre la misión del Fondo, la licitación por adhesión anunciada ayer y medidas que estamos terminando de diseñar desde la Secretaría de Comercio”, explicó Caputo en la red social X.

El último programa de facilidades extendidas con el Fondo terminó en 2024 de manera abrupta, ya que no se llevaron adelante las novena y décima revisiones finales que estaban pautadas. Eso hubiera permitido un desembolso de aproximadamente US$1000 millones que nunca se efectivizó.

El Gobierno sobrecumplió en su primer año de gestión dos de las tres metas que estableció el FMI: consiguió el superávit financiero después de ajustar casi cinco puntos del PBI en tan solo 12 meses y terminó de cuajo con la emisión monetaria. Sin embargo, no logró acumular la cantidad de reservas que estaban pautadas y el Banco Central se mantiene con un balance neto negativo en torno a US$6000 millones.

El Presidente Javier Milei junto a la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en Washington D.C.X @OPRArgentina

Este sería el principal eje de discusión entre los técnicos del FMI y la Argentina, ya que históricamente el organismo siempre pidió un tipo de cambio libre que permita la acumulación de reservas. El Gobierno, por caso, todavía mantiene el tipo de cambio blend, que le otorga a los exportadores la posibilidad de liquidar el 20% de los dólares obtenidos del exterior en el contado con liquidación (CCL). Si bien esto ayuda a mantener la brecha cambiaria contenida en torno al 15%, también ralentiza el ritmo de acumulación de reservas del Banco Central.

El vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, quien generalmente lidera las reuniones técnicas de la entidad monetaria con el FMI, además, hizo una presentación donde detalló que el Banco Central vendió US$619 millones en la primera quincena del mes para colaborar con la estabilidad de los tipos de cambio financieros. La misión del FMI visitó hoy las oficinas del BCRA.

El Gobierno reemplazó el desembolso pendiente del FMI por la colocación de una línea de financiamiento de US$1000 millones de cinco bancos internacionales a través de una operación de pase pasivo (repo), que implicó otorgar como garantía alrededor de US$1700 millones de bonos Bopreal, según estimaciones de la consultora 1816. El préstamo tiene un plazo de dos años y cuatro meses, a una tasa anual de 8,8%.

En el mercado financiero no se descarta que el Gobierno avance con otro repo en las próximas semanas, dado que había recibido ofertas por US$2850 millones, casi tres veces la cantidad licitada.

Para lograr el préstamo, fue clave la baja del riesgo país, que actualmente está en 636 puntos básicos, luego de haber comenzado la gestión en casi 2000 puntos.

Lograr un nuevo programa con el FMI ayudará aún más a la reducción del riesgo país, lo que podría permitir al Gobierno volver a los mercados internacionales a buscar financiamiento. En julio, por lo pronto, vence deuda de capital e intereses por un total US$4700 millones, que el Tesoro podría refinanciar, si el riesgo país se acerca a 450 puntos básicos.

La llegada del FMI al país había sido confirmada el domingo por Kristalina Georgieva, directora del organismo, tras su encuentro con Milei en Washington. Luego de la reunión, la funcionaria dijo a la prensa que el país logró un “tremendo progreso” y que el Gobierno está “superando” los resultados de los esperados.

“Nos gustaría trabajar con rapidez en un nuevo programa y llevarlo a nuestro directorio”, dijo la jefa del Fondo. “El impulso para nuevas reformas es fuerte y es un buen momento para darle más viento a las velas de la Argentina”, agregó.

El Presidente se refirió en varias entrevistas que el Banco Central tiene un problema de “stock”, que estaría en torno a los US$11.000 millones. Este sería el dinero que el Gobierno buscará conseguir entre el FMI, fondos privados y otros organismos multilaterales, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).

Milei dijo hoy que los desembolsos que llegarían del FMI “no van a incrementar la deuda, porque van a ser usados para cancelar deuda que está en manos de BCRA”, en una entrevista con Bloomberg. En realidad, el Gobierno cambiaría deuda intrasector público con deuda con acreedores del exterior.

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