Los gatos son animales complejos y sus señales sutiles reflejan su personalidad y estado emocional. Por momentos pueden ser desconcertantes, como cuando parecen disfrutar de las caricias, muerden a su tutor de forma aparentemente inexplicable.
Este acto, aunque pueda parecer una agresión, tiene diversos significados que van desde un gesto de afecto hasta una reacción a estímulos externos o internos. Es importante comprender las razones detrás de esta conducta, cómo identificarla correctamente y qué hacer al respecto.
Las denominadas “mordeduras de amor” son pequeños mordiscos que un gato puede dar durante interacciones afectuosas con su tutor. Aunque este término puede sonar contradictorio, no se trata de un acto de agresión, sino de una forma peculiar en que los felinos expresan su afecto o establecen límites cuando una situación les resulta abrumadora.
Según la Texas Veterinary Medical Foundation, estas mordidas suelen ocurrir cuando el gato alcanza su límite de tolerancia durante una sesión de caricias.
“Los gatos nos dicen cuándo es suficiente, pero requiere experiencia leer las señales. Si mueven la cola lentamente, aplanan sus orejas o dilatan las pupilas, es una advertencia”, explica la doctora en medicina veterinaria Kira Ramdas.
Entender estos indicios es fundamental para evitar que las mordeduras pasen de ser un gesto afectuoso a una experiencia incómoda.
Distinguir entre una mordida de amor y otras formas de morder es clave para interpretar correctamente el lenguaje corporal de un gato. Estas mordeduras suelen ser suaves, no perforan la piel y están acompañadas de otras conductas positivas como ronroneos o caricias con la cabeza.
La organización Cats Protection, la mayor asociación de bienestar felino en el Reino Unido, destaca que pueden ir acompañadas de lamidos.
“Si tu gato te lame y luego te muerde, o viceversa, probablemente esté sobreexcitado. Este comportamiento refleja una mezcla de juego y afecto”, aclaran.
Otras razones por las que muerden los gatos
Aunque los gatos son conocidos por su independencia, esto no significa que sean fríos o distantes. Por el contrario, estos animales tienen formas muy claras, a la vez que sutiles, de expresar su amor hacia sus humanos favoritos.
El doctor Juan Enrique Romero, especialista en comportamiento animal, indicó en una nota para Infobae que entre los signos más comunes de afecto están: caminar cerca de su tutor con la cola alzada, dormir sobre él, frotarse contra su cuerpo o incluso parpadear lentamente.
“El parpadeo lento es lo que conocemos como hacer ‘ojitos’. Es una hermosa manera de comunicación multiespecie”, comentó. Estos indicios demuestran que el gato se siente seguro, cómodo y conectado emocionalmente con su entorno.
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