Cuáles fueron las fallas y los aciertos del séptimo vuelo de Starship, el supercohete de SpaceXPor Víctor Ingrassia

El éxito es incierto, pero el entretenimiento está garantizado”. Con estas palabras, el exitoso empresario Elon Musk, dueño de SpaceX describió lo que fue el séptimo vuelo de prueba del supercohete Starship, el más grande del mundo, que tuvo buenas y malas noticias en su lanzamiento de ayer por la tarde.

Respecto al entretenimiento garantizado, Musk hizo referencia a dos episodios clave que ocurrieron durante esta prueba de la nave, que en un futuro cercano podría llevar astronautas a la Luna y Marte, según la NASA.

El primero de los dos episodios fue la exitosa recuperación de la primera etapa de 70 metros del cohete, llamada Super Heavy, la cual fue atrapada por los brazos mecánicos que tiene la plataforma de lanzamiento ubicada cerca de la localidad de Bromsville, Texas, EEUU. Y el segundo episodio fue una espectacular explosión de la segunda etapa o nave principal Starship, que por problemas técnicos terminó explotando pasados los 8 minutos de despegue y no pudo completar su descenso en una plataforma marina ubicada en el océano Índico.

Así, en un hito que marcó tanto avances como contratiempos, SpaceX llevó a cabo el séptimo vuelo de prueba de Starship, su cohete más grande y ambicioso.

Este lanzamiento, que ocurrió el 16 de enero desde la base Starbase en Texas, dejó al descubierto tanto los logros técnicos como los retos que enfrenta la compañía de Elon Musk en su carrera para lograr un sistema de transporte espacial totalmente reutilizable, que abarate el acceso al espacio y sea el motor principal de más vuelos espaciales que determinen colonias humanas en otros mundos en las próximas décadas.

El despegue, que tuvo lugar a las 16:37 hora local (22:37 GMT), comenzó con un rendimiento nominal o correcto de los 33 motores Raptor de la etapa inferior, Super Heavy.

El propulsor Super Heavy y la nave Starship se separaron en forma exitosa 2 minutos y 40 segundos más tarde, a una altitud de 91 kilómetros. El propulsor (Booster 14) regresó a la base en Texas gracias a su combustión de refuerzo, con 12 de los 13 motores Raptor planificados para volver a encenderse, y así comenzar su regreso al sitio de lanzamiento.

Minutos más tarde, fue capturado por los brazos mecánicos de la torre de lanzamiento, conocidos como Mechazilla o palitos chinos.

Esta maniobra marcó la segunda captura exitosa de un Super Heavy, tras la primera que fue en el quinto vuelo, un paso esencial para la reutilización de componentes clave del sistema de lanzamiento.

Sin embargo, no todo salió según lo planeado. La etapa superior, llamada Starship, debía volar en una trayectoria suborbital durante aproximadamente una hora, al cabo de la cual tenía previsto amerizar en el océano Índico, como en las últimas pruebas realizadas.

En estos vuelos de prueba iniciales, la idea no es alcanzar la órbita, sino dar la vuelta al planeta y descender con la cola por delante para finalizar en el Índico. Starship encendió con éxito sus seis motores Raptor y comenzó su ascenso al espacio.

No obstante, los problemas comenzaron a aparecer. En el minuto 7:40, uno de sus tres motores centrales se apagó. Poco después se apagaron otros dos motores. Dos de los tres motores restantes fallaron medio minuto más tarde. La nave explotó en el T+8:26 a una altitud de 146 km y a más de 19.000 kilómetros por hora de velocidad.

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