Matías Abaldo y otro caso que preocupa: por qué los futbolistas son “vulnerables” a los problemas de salud mental


Cuando la pandemia de coronavirus terminó, el mundo del deporte se animó a hablar abiertamente de salud mental. Lo que era tabú pasó a ser un tema que interpeló a cada deportista, muchos de los cuales descubrieron que la presión del alto rendimiento muchas veces había desembocado en una depresión que habían elegido ocultar y que luego les pasaría factura. El fútbol es un ámbito todavía reticente a hablar abiertamente de eso, pero no por eso los casos dejan de existir. De hecho, en las últimas horas, creció la preocupación en torno a un jugador de Gimnasia.

Matías Abaldo tiene apenas 20 años. Fue campeón Sub 20 con Uruguay en el Mundial que organizó Argentina en 2023 y poco después mudó sus sueños a La Plata para jugar en el Lobo. Estar lejos de su familia y de sus amigos a una edad temprana y una pubalgia difícil de curar que lo alejó de la cancha en los últimos meses pusieron al talentoso juvenil en una situación de mucho estrés y un posible estado de depresión, según denunció su representante.

«No queremos que le pase lo del Morro García, que por alguna situación que no pueda manejar se ponga una soga al cuello. La salud mental es fundamental. El dinero va y viene; yo quiero que Matías no se lastime, quiero verlo feliz», alarmó Edgardo Lasalvia, en una entrevista con Radio Provincia.

«Lo del Morro García» es lo que ocurrió hace casi cuatro años, el 6 de febrero de 2021, cuando Santiago «el Morro» García, también uruguayo y por entonces jugador de Godoy Cruz, fue encontrado sin vida en su departamento de Mendoza. Estaba sumido en una depresión que se agravó al dar positivo de Covid-19 y no respondía mensajes desde dos días antes, fecha que concuerda con la data de muerte fijada por la autopsia, que también determinó el uso de un arma de fuego.

«Sabíamos que estaba con el tema de la depresión, con un tratamiento y un psicólogo. Lo notábamos mucho mejor de ánimo. La verdad que fue tremenda sorpresa y un golpe muy duro. Desde el minuto uno, me pregunto: ‘¿Qué fue lo que pasó?’. Pero el único que tiene la respuesta es él. He pensado miles de cosas. De adelante para atrás y de atrás para adelante. Pero la verdad es que no sé porque tomó aquella decisión”, contó Gonzalo García, hermano del delantero, en Infobae un año después del suicidio.

Además, alertaron que, en lo que respecta a la salud mental, «cada persona y jugador es diferente, y no existe una solución ‘de talla única’. Deben darse pasos proactivos para informar a la industria en su conjunto acerca de la detección y el tratamiento compasivo de los síntomas de un trastorno de salud mental«. E informaron que tras un relevamiento el 23% de los jugadores en actividad sufre trastornos del sueño, el 9% depresión y el 7% ansiedad, porcentajes que aumentan en los ya retirados (28%, 13% y 11%, respectivamente).

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