Cuántos días necesita el cerebro para lograr un descanso mental profundo en vacacionesPor Silvia Pardo

Pensar en unas semanas de descanso aporta motivación y entusiasmo a lo largo del año. La idea de salir de la rutina, viajar a nuevos destinos —ya sean cercanos o lejanos—, despierta una emoción única. Según expertos, las vacaciones son fundamentales, ya que el cerebro requiere periodos de descanso para funcionar.

El doctor Claudio G. Waisburg (MN 98128), médico y neurocientífico, director del Instituto SOMA y ex jefe de Neurología Infantojuvenil de INECO y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, explicó a Infobae por qué el cerebro necesita vacaciones: “El estrés crónico puede afectar negativamente al cerebro, disminuyendo la concentración y la capacidad de tomar decisiones. Las vacaciones permiten desconectar de las rutinas diarias, lo que facilita la reducción de los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Además, experiencias nuevas y estimulantes pueden aumentar la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para formar y reorganizar conexiones sinápticas”.

En cuanto a la cantidad ideal de días de vacaciones, el doctor señaló que aunque un breve descanso puede ofrecer beneficios, “la evidencia sugiere que períodos de vacaciones de al menos dos a tres semanas son más efectivos para lograr una desconexión mental significativa y una mayor flexibilidad cognitiva. Un estudio realizado en 2016 encontró que, tras dos o tres semanas de vacaciones, los trabajadores mostraban una mayor flexibilidad cognitiva, lo que indica que este período es beneficioso para la mente».

Otra investigación realizada por la Universidad Tampere de Finlandia estudió la cantidad perfecta de días que deben durar las vacaciones para que la persona no vuelva con la sensación de cansancio o que nunca se desconectó de sus obligaciones.

Según el estudio, que estaba centrado en vacaciones largas- desde los 15 hasta los 34 días, con una media de 23-se podría establecer que la cantidad ideal es la de 8 días. Si bien es cierto que los beneficios positivos se pueden experimentar desde el día uno, es a partir del octavo día cuando la persona comienza a olvidarse de las responsabilidades del trabajo y desaparece el estrés. Es en ese momento cuando se alcanza el pico máximo de bienestar.

¿Y qué ocurre cuando se toman menos días de vacaciones? Un estudio investigó si la salud y el bienestar de los empleados mejoran durante las vacaciones cortas (4-5 días) y llegaron a la conclusión de que duran poco tiempo sus beneficios. “En conclusión, las vacaciones cortas son una ‘cura’ eficaz, aunque no muy duradera, para mejorar la salud y el bienestar de los empleados”, dijeron los científicos.

Los mismos investigadores estudiaron si unas vacaciones de una semana con ejercicio regular mejoraban la sensación de bienestar. El estudio concluyó que brindaba ese beneficio, mejoraba la calidad del sueño y la variabilidad de la frecuencia cardíaca, una medida de la capacidad para responder adecuadamente al estrés.

En otra investigación observaron que asistir a spas y realizar tratamientos de salud y bienestar de una semana de duración en las vacaciones produjo mejoras importantes, que se mantuvieron durante las seis semanas posteriores.

El doctor Waisburg explicó que desde una perspectiva filosófica, el descanso ha sido valorado como un componente vital para el equilibrio y la plenitud humana. “Corrientes como el Zen enfatizan la importancia de alternar entre la actividad y la quietud, reconociendo que en la pausa reside la oportunidad de introspección y renovación. Este equilibrio entre acción y reposo no solo favorece el bienestar mental, sino que también potencia la capacidad del cerebro para adaptarse y aprender».

Incluir actividad física en las
Incluir actividad física en las vacaciones brinda mayores beneficios para la salud y mejor calidad del sueño (Imagen Ilustrativa Infobae)

Y completó: “Las vacaciones, en este contexto, se presentan como una oportunidad invaluable para desconectar de las rutinas diarias y reducir el estrés acumulado. Al alejarnos de las demandas constantes, permitimos que el cerebro descanse y procese la información de manera más eficiente, fortaleciendo las conexiones sinápticas y facilitando la consolidación de la memoria de mediano y largo plazo. Este proceso es fundamental para el aprendizaje y el desarrollo de habilidades, ya que durante el descanso se fortalecen las conexiones neuronales formadas durante el día”.

Además, el descanso adecuado y de calidad es fundamental para mantener una buena plasticidad cerebral. Durante el sueño, el cerebro consolida el aprendizaje y elimina las toxinas acumuladas durante el día. Establecer una rutina de sueño regular y asegurarse de descansar entre 7 y 9 horas diarias puede mejorar la plasticidad cerebral de forma natural y efectiva, señaló el médico.

Y concluyó: “Las vacaciones no solo sirven para el esparcimiento, sino que son esenciales para la salud cerebral. Proporcionan el entorno necesario para que la neuroplasticidad funcione de manera óptima, permitiendo que el cerebro se recupere, se reorganice y esté preparado para enfrentar nuevos desafíos con energía y creatividad».

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