El Gobierno busca alinear algunas variables clave para que el Índice de Precios al Consumidor baje otro escalón: el dólar, las tarifas, la tasa de interés y los salarios. La intención es desenganchar estas variables de la inflación pasada y proyectarlas en función de las expectativas futuras. El Banco Central confirmó la reducción del ritmo de devaluación mensual, las distribuidoras de energía fueron anoticiadas de que tendrán actualizaciones por debajo del IPC y un gremio clave ya firmó paritarias con la pauta que pretende Javier Milei.
El Presidente Milei ya había anticipado que si el dato era menor al 3% cambiaría la política de desplazamiento del tipo de cambio oficial. Este martes el INDEC dio a conocer que la variación del IPC de diciembre alcanzó el 2,7% y el Banco Central confirmó que el nuevo sendero de devaluación del dólar será del 1% mensual.
El vicepresidente de la autoridad monetaria Vladimir Werning dijo en noviembre que inicialmente la política cambiaria sirvió como un ancla y ayudó a contener las expectativas inflacionarias pero a medida que la desinflación avanzó, el mecanismo se convirtió en un factor “inercial”. Eso es lo que el Gobierno busca desarticular.
A pesar de que el Ministerio de Economía celebró en su cuenta de X la “pulverización de la inflación”, está claro que Luis Caputo apunta a dejar atrás la inercia y que los agentes empiecen a mirar hacia adelante para que el índice perfore el piso del 2% mensual. El «crawling peg» es una herramienta pero no la única.
Otra señal del BCRA podría llegar hacia el final de esta semana. En el mercado se espera que avance en una nueva baja de la tasa de política monetaria. La decisión se podría tomar este jueves en la reunión de directorio.
Naftas y tarifas
La baja del ritmo de devaluación tendrá algunos efectos casi inmediatos, por ejemplo en el precio de los combustibles. Fuentes oficiales confirmaron a Ámbito que la expectativa es que, como ya se alcanzó la paridad de exportación, las actualizaciones sean menores a partir de ahora.
Aunque no la única, la variación del tipo de cambio es actualmente el factor más relevante a al hora de determinar los próximos aumentos. Influyen las cuestiones impositivas, donde el grueso de los ajustes se hicieron durante el 2024 y los precios internacionales. “Tendríamos que ver aumentos menores a la inflación en los próximos meses”, sintetizó el directivo de una compañía de peso.
Las tarifas serán otro elemento valioso para perforar el piso del 2%. En el marco del proceso de revisión tarifaria, el Gobierno convocó a una audiencia pública el 6 de febrero para determinar el sistema de actualización del gas en los sectores de distribución y transporte. El ENRE lo hará en los próximos días con los actores de la cadena de electricidad.
Diversas fuentes empresariales le confirmaron a Ámbito que el Gobierno les anticipó una hoja de ruta con incrementos menores a la inflación pasada para el primer trimestre. Una historia distinta es la que ocurrirá con los subsidios. El Ejecutivo tiene previsto un nuevo recorte para este 2025, aunque todavía hay divergencias internas sobre el formato y el año electoral también marca el calendario.
Salarios
Otro frente abierto son las paritarias. A esta altura es explícito: Javier Milei pretende una pauta salarial del orden del 1% para los próximos meses. De vuelta, el argumento es que los agentes tienen que comenzar a guiarse por las expectativas de inflación futura y no por la marca que va dejando el IPC.
Los gremios rechazan, pero negocian. En las últimas horas hubo visitas a la Casa Rosada y llamados al Ministerio de Economía. El Gobierno tomó como un triunfo el acuerdo en uno de los gremios más duros, el sector metalúrgico. La UOM firmó 1,8% para enero, 1,5% para febrero y 1% en marzo. Aunque se guardó una carta: la cláusula de revisión que se activará el próximo 15 de marzo, con el objetivo de evaluar el ritmo de la inflación
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