¿India será el próximo cliente gigante de la Argentina?: oportunidades y desafíos para diversificar exportacionesPor Ludmila Di Grande

Con un mercado de casi 1.450 millones de personas y en vías de convertirse en la tercera economía mundial, India es el quinto socio comercial de Argentina y tercer superávit más importante, según datos a noviembre de 2024. En la última década, el intercambio se incrementó exponencialmente y si bien se necesitan diversificar y adaptar las exportaciones, hay un amplio margen para que siga creciendo.

En 2014 las ventas a India alcanzaban USD 1.810 millones, mientras que en los primeros 11 meses de 2024 totalizaron USD 3.444 millones. En noviembre se registró una suba de 51% en relación al mismo mes de 2023 y la balanza comercial acumuló un saldo positivo de USD 2.248 millones.

Es en este marco que la relación bilateral con India adquirió un carácter estratégico y el Gobierno aspira a recuperar los niveles comerciales de 2022, cuando se registró un pico histórico, con casi USD 6.400 millones de intercambio global.

El FMI proyecta que el PBI de India sea nuevamente uno de los de mayor expansión en 2025, con un avance del 6,5%. A su vez, el organismo señaló que la producción manufacturera se está trasladando cada vez más a los mercados emergentes, particularmente a ese país y a China, “a medida que las economías avanzadas pierden competitividad”.

Por el momento, las exportaciones nacionales hacia India se concentran principalmente en agroalimentos. Dentro de esta categoría, destaca el aceite de soja, que representa el 84% de las ventas totales, y el aceite de girasol, producto que ganó participación tras el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania. “En prácticamente todas las cocinas de la India está el aceite de Argentina”, dijo el embajador Mariano Caucino.

Guido D’Angelo, economista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), observó: “Indudablemente, creemos que la demanda de aceites por parte de India va a subir marcadamente. Esto debido a que se espera que siga creciendo la población urbana, la cual tiene un mayor ingreso y consume más este producto”.

Al mismo tiempo, India “tiene un panorama muy complicado para su autoabastecimiento debido a restricciones a las importaciones de colza, las dificultades para aumentar la producción de aceite de palma, y una enorme caída del girasol”, aseguró D’Angelo. En detalle, su producción de girasol se retrajo más de 80% en la campaña 2022/23 respecto a hace 20 años, y la de soja prácticamente se estancó en la última década.

Por su parte, Sabrina Olivera, coordinadora del grupo de trabajo sobre India en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), contó que el país “tiene muchos problemas con el almacenamiento y procesamiento de alimentos, y en general, su sector agropecuario es complejo porque el 60% de la población vive en áreas rurales y si bien significa más de la mitad del empleo, aporta solo 16% al PBI. Esto quiere decir que hay exceso de mano de obra”.

Dada la concentración de exportaciones, los especialistas coinciden en la necesidad de diversificar. Se abren ventanas de oportunidad en varios sectores en función de las nuevas demandas de India.

Olivera destacó que la numerosa población islámica en India abre posibilidades para exportar productos halal. También, mencionó al sector energético y minero. Sobre este último, la especialista explicó que el país necesita litio para paneles solares y baterías, tanto de vehículos eléctricos como de celulares; en un contexto en que pretende ir hacia fuentes renovables dada la contaminación.

Cabe resaltar que las ventas mineras a la India se incrementaron 341% interanual en noviembre y 47% en los primeros 11 meses de 2024, totalizando USD 390 millones.

Asimismo, D’Angelo dijo que es un gran destino para el oro, petróleo y gas. De hecho, recientemente se conoció que el presidente de YPF, Horacio Marín, firmará a mediados de enero un Memorándum de Entendimiento (MOU, por su sigla en inglés) para vender Gas Natural Licuado (GNL) a al menos tres empresas indias.