La muerte de una perra callejera llamada «Negrita» en una verdulería de Rawson desató indignación en redes sociales y generó un escrache público que culminó con la clausura del local. Por primera vez, el dueño del establecimiento, Julio Gallo, rompió el silencio y dio su versión de los hechos, negando su responsabilidad directa en la muerte del animal.
En diálogo con Canal 13, Gallo explicó que la perra solía entrar al negocio y causar problemas: “Entraba cuando uno estaba atendiendo, meaba las papas, las zanahorias y las lechugas. Le pegué una patada para correrla, pero otro perro la siguió, le pegó un sacudón y la perrita se golpeó contra la cámara”. Según su relato, una testigo se llevó al animal tras el incidente.
El comerciante expresó su descontento con el escrache que sufrió en redes sociales y la clausura del negocio. “La gente que critica no estuvo ahí. Me insultaron y están equivocados porque no saben cómo fue. Llevo más de un año trabajando acá y nunca tuve problemas así”, afirmó.
La presión social y la clausura llevaron a Gallo a tomar una drástica decisión: vender la llave de la verdulería. Esto impactará también a los empleados que, según el dueño, deberán buscar nuevas alternativas laborales. “No entiendo por qué hicieron esto tan grande. Ni que se hubiera muerto un ser humano. Quise correr a la perrita nomás, pero todo se salió de control”, declaró, señalando que el descuido de los dueños de los animales es parte del problema.
Los comentarios están cerrados.