Melchor, Gaspar y Baltazar fueron Reyes Gauchos regando de magia el encantado Vallecito de Huaco, en Jáchal, como ocurre hace seis años, cristalizado por la Agrupación Gaucha Don Tolo y el apoyo del gobernador Marcelo Orrego; el intendente de Jáchal, Matías Espejo y otros colaboradores.
Serperteando el claro Río Materno por el Cerro Viejo, aparecieron por el Oeste para perderse en las sombras de la noche en El Salado y el Cerro Morado, hacia el Este. En su recorrido dejaron los regalos para los niños huaqueños, sobre todo esa magia impregnada de creencias, religión y fe. Guiados por la Estrella de Belén, unieron las Iglesias de San Nicolás, en El Alto; de la Virgen del Rosario del Centro y la de San Roque del Barrio Olivares.
Y en la cuna de la Tradición pasaron montados a caballo con la vestimenta típica de los habitantes de este suelo. El tintinear de espuelas y ruido de guardamontes anunciaron el paso por el idílico Vallecito. La alegría, ilusión e inocencia afloraron a flor de piel en toda su magnitud expresada no solo en la cara sino en toda la humanidad de los niños destinatarios de toda esa magia de personajes bíblicos mezclada con lo criollo, para hacer palpable aquello de que «no hay que ver para creer cuando hay fe en el corazón».
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