Los Andes bajó al polémico Sarmiento de La Banda y ascendió a la Primera Nacional


Nunca en su historia, en ninguna de sus 104 temporadas desde que en 1922 se afilió a la Asociación del Fútbol Argentino, Los Andes había jugado tantos partidos. El de este sábado en la cancha de Belgrano, en el corazón del barrio Alberdi de Córdoba capital, fue el número 50 en competiciones oficiales. Y, a fin de cuentas, tanto esfuerzo valió la pena para el Milrayitas, que ganó 1-0 con gol de Matías González y logró el ascenso a la Primera Nacional dejando de rodillas a Sarmiento de La Banda, el equipo santiagueño que había llegado hasta esta definición a fuerza de polémicas y fallos escandalosos.

El equipo de Lomas de Zamora, que el pasado 16 de noviembre había perdido ante Colegiales y había dejado escapar la primera chance de lograr el ascenso, debió seguir luchando. Y justificó el triunfo ante el Profesor principalmente por lo hecho durante el primer tiempo. Ante el planteo mezquino de Pablo Martel, DT de Sarmiento y hombre muy cercano a Pablo Toviggino, Los Andes volcó su juego por el sector derecho y encontró por allí muchas ventajas. Rápidamente, a los 9 minutos de juego, Manuel Brondo Spinelli se estiró y no llegó a conectar un centro que lo dejó de cara al gol. Fue muy clara. Y apenas tres minutos más tarde, a los 12, Federico Martínez se perdió increíblemente el 1-0: con el arco vacío, luego de una salida fallida del arquero Juan Mendonça, estrelló su remate contra el travesaño.

Sarmiento de La Banda mostró reacción a través de la pelota parada, su arma más poderosa, pero nunca en todo el primer tiempo logró más que tomarse más que un respiro ante el dominio abrumador de Los Andes. Y el primer gol del partido, que estaba al caer, llegó a los 28 minutos de la primera mitad.

Matías González apareció libre por detrás de todos para conectar de aire, suavemente con el borde interno de su botín derecho, un centro a medida de Gastón Gerzel y gritar el primero de cara a los 8.000 hinchas que en su mayoría viajaron desde el estadio Eduardo Gallardón hasta Barrio Alberdi -a cambio de 50 mil pesos- en micros fletados por la Comisión Directiva del club presidido por el sindicalista Omar Plaini.

En el complemento, con la tranquilidad del 1-0 parcial aunque sin lograr relajarse del todo, el Milrayitas reguló sus esfuerzos. Se refugió en su propio campo con dos líneas de cuatro compactas y procuró marcar cuidadosamente cerca de su arco para evitar que el conjunto bandeño le haga daño con alguna pelota parada. Dentro del área, directamente, se movían como bailarines por miedo a un nuevo fallo polémico en favor de Sarmiento, que venía de ser favorecido en las series contra Olimpo, Germinal y Villa Mitre que sirvieron como trampolín para esta final luego de haber perdido con Central Norte en la final por el ascenso directo desde el Federal. El equipo de Martel -que años atrás había comandado el ascenso de Güemes, también santiagueño, a la Primera Nacional- partía como el caballo del comisario. Por eso todas las miradas estaban puestas en el arbitraje del experimentado Ariel Penel.

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