En la inmensidad del Tomás Adolfo Ducó, ahí donde Barracas Central fue local bajo la atenta mirada de no más de mil hinchas, Lanús hizo los deberes, empató 3-3, sumó el punto que necesitaba y se clasificó a la próxima Copa Sudamericana en el partido despedida de Ricardo Zielinski, que será reemplazado por Mauricio Pellegrino.
Fue un partidazo el disputado en Parque Patricios porque los dos buscaron atacar con muchos futbolistas. Todo comenzó con un tiro en el travesaño de Manuel Duarte y con el posterior gol de Facundo Bruera, que saltó más que todos para capturar el rebote. Tiró besos a la tribuna el goleador y sus padres (Pablo, su papá, fue Intendente de La Plata de 2007 hasta 2015) no pudieron contener las lágrimas. Pero casi que no tuvo tiempo para festejar el Guapo porque minutos después Felipe Peña Biafore empató de cabeza tras córner desde la derecha. Fue celebración y angustia para el nacido en Pehuajó hace 23 años: segundos más tarde dejó el campo de juego por una molestia muscular.
Fue un duelo accidentado también por la lesión de Ezequiel Muñoz, que fue reemplazado antes de los 30 minutos por un fuerte golpe en la rodilla izquierda.
El complemento comenzó igual del vibrante que el primer tiempo. O incluso un poco mejor porque en 15 minutos hubo 3 goles. El primero lo anotó Eduardo Salvio luego de una linda jugada colectiva; el segundo fue el empate de Rodrigo Insua -el hijo del DT-, que festejó con un potente disparo cruzado desde adentro del área; en el tercero, Walter Bou conectó de cabeza una linda asistencia de Marcelino Moreno, uno de los mejores futbolistas de la Liga Profesional.
Los minutos finales fueron bajo un pacto de no agresión: se pasaron la pelota de un lado a otro para que pase el tiempo. Barracas Central terminó un flojo año con la igualdad y Lanús sumó el punto que fue a buscar al Ducó. Así, el Granate participará en un torneo internacional por vigesimosegunda vez consecutiva, en una racha única en el fútbol argentino.
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