“Duérmete, niño”, el gesto de Enzo Pérez que provocó la furia de Advíncula: ¿gastada a Boca o mensaje para su hermana?


Lunes 26 de agosto, La Plata. Corren 46 minutos del partido entre Estudiantes y Boca. El equipo de Diego Martínez hizo un gran primer tiempo y se puso 1-0 a los 52 minutos con gol de Milton Giménez. Pero en el segundo se quedó sin ideas y los de Eduardo Domínguez empataron. El partido se muere cuando Federico Fernández baja una pelota y otro Giménez (Luciano) anticipa a Sergio Chiquito Romero (que ya había salido mal en el gol de Cetre donde también hubo polémica) y el Estadio Uno explota con la victoria del Pincha que repite la remontada de la Copa de la Liga pasada. Parece un dejavú: el colombiano que hizo el primer gol es otra vez verdugo y una vez más celebra Enzo Pérez, un viejo enemigo íntimo de Boca. Aunque la alegría duraría un suspiro hasta que llamara el VAR.

Finalmente, el gol sería anulado por la posición irregular del ex central de la Selección Argentina en Brasil 2014. Pero las cámaras se quedaron con Enzo Pérez, que en medio de la euforia, celebró haciendo el gesto de hamacar a un bebe. Teniendo en cuenta el pasado del jugador que participó del histórico River-Boca de Madrid, que terminó con el título del equipo de Marcelo Gallardo, la situación parecía toda una provocación.

«Son hijos nuestros», interpretaría cualquier futbolero al «duérmete, niño» del futbolística súper identificado con River. Y fue lo que entendió Luis Advíncula que explotó contra el volante del Pincha que se excusaba explicando una situación. ¿Qué le decía?

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