Balearon por la espalda a Pillín Bracamonte, jefe de la barra de Rosario Central, después del clásico con Newell's


El fútbol argentino sumó un nuevo capítulo de violencia. Esta vez Andrés involucró a «Pillín» Bracamonte, líder de la barra brava de Rosario Central, que fue baleado por la espalda este sábado, cerca del estadio Gigante de Arroyito, después del clásico en el que el «Canalla» derrotó por 1 a 0 a Newell’s. En el mismo ataque, su pareja de 34 años, también resultó herida en la zona costal derecha y en el codo.

Después del incidente, en el parque Alem, Pillín y su novia debieron recibir atención médica. Bracamonte llegó por sus propios medios al Hospital de Niños Zona Norte, donde se constató que la herida de bala a la altura de los pulmones tenía entrada y salida, lo que le causó una lesión cutánea. Posteriormente se lo derivó al Hospital Centenario, al igual que su novia identificada con el nombre de Agustina D. De acuerdo a lo informado por medios locales, ambos se encuentran fuera de peligro.

La investigación se encuentra en una etapa preliminar y, hasta el momento, hay distintas versiones del atentado. Una de ellas sugiere que los disparos provinieron de una moto, en cambio otra sostiene que la agresión ocurrió en medio de una pelea en el parque. La fiscal Georgina Pairola, a cargo de la investigación, se presentó en el lugar del incidente junto con el gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones (PDI) para llevar a cabo la reconstrucción de los hechos y esclarecer las circunstancias del ataque.

Ante esto, los agentes tomaron declaraciones de testigos y revisaron las cámaras de seguridad ubicadas en la zona del parque Alem y sus alrededores, con el objetivo de identificar a los responsables.

Según la acusación presentada por el fiscal Miguel Moreno, la organización de la cual Bracamonte formaba parte realizaba negocios con viandas, alquiler de baños químicos y cobraba coimas a empresas contratistas para la obtención de certificados de libre deuda sindical. Además, se le atribuye haber exigido a constructoras que contraten a personas de su entorno para que cobren sueldos sin trabajar, como fue el caso del hijo del jefe del paravalanchas.

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